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19 marzo 2011

ERES EL CAPITAN DE MI MAR


PADRE PARA TODA LA VIDA

No es la carne y la sangre, sino el corazón, lo que nos hace padre e hijo. No es la cercanía lo que nos une, sino la intensidad.

Hoy hablamos mi niño. Te volví a escribir en tu Blog. Te adoro mi tesoro! Te quiero tanto sentrañitas mías! Hoy hemos hablado, día de los Pepe, como yo. Hoy día de los papis, como yo. Hoy. Hijo mío, eres lo más grande de mi vida. No hay nada más! Nadie más!

Hoy mi niño, te escribo como siempre lo que siento.

Ser padre, no es haber tenido un hijo. Ni ser madre, es haberlo parido. Pero si se lo que fue darte la vida en segundos... aquel verano del 2009 en la playa de El Palmar.

Mi vida, tener hijos no le convierte a uno en padre, del mismo modo que tener un piano no te vuelve pianista. Por eso hay que decirnos y sentirnos, aprender y enseñar, ser y estar. Lo que un padre dice a sus hijos no lo oye el mundo, pero puede ser oído por la posteridad.

Hijo, aunque tú estas cosas no alcanzas ahora a comprenderlas yo te hablaré de mí y enseñaré a quererlas.

Yo te hablaré con orgullo del camino que recorrí de aquel que es tuyo, pues formas parte de mí.

Y como frágil hoja que el viento arrastra a su empeño te contaré de mi escuela cual si te contara un sueño.

Hay padres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay otros que luchan muchos años y son mucho mejores. Pero hay otros que luchan toda la vida, esos son los imprescindibles.

Mi niño Manuele, lentamente se aproximó el tiempo en que debí emprender el camino que no tiene el mismo regreso. No pude llevarte conmigo, por ahora, y te dejo en un mundo en el que los buenos consejos no salen sobrando. Nadie es sabio de nacimiento, aquí el tiempo y la experiencia enseñan, y limpian la conciencia. Yo he observado el mundo más tiempo que tú, y te digo, que no todo lo que brilla es oro.

He visto caer algunas estrellas del cielo, y quebrarse muchos bastones en los cuales uno confiaba, para poderse sostener. He tenido amigos del alma, pero que vendieron su alma... todas las sonrisas encierran colmillos también. No les reprocho nada, al contrario, me sirvieron para aprender. Me sirvieron.

Por eso mi niño, quiero darte algunos consejos, y decirte lo que yo encontré, y lo que el tiempo me ha enseñado:

Nada es grande si no es bueno, y nada es verídico, si no perdura. No te dejes engañar por la idea de que puedes aconsejarte solo, y que conoces el camino por ti mismo. Este mundo material es para el hombre demasiado poco y el mundo invisible no lo percibe, no lo conoce. Y ese invisible puedes verlo con solo cerrar los ojos. Ve, desde tu corazón. Siéntelo desde tu pecho. Ahórrate pues esfuerzos en vano, que no te desanimen, y ten conciencia de ti mismo.

Considérate demasiado bueno para obrar mal, no entregues tu corazón a cosas perecederas.

No confíes en nadie más de lo que confíes en ti mismo, porque dentro de nosotros vive el juez que no engaña, y cuya voz es más importante para nosotros que el aplauso de la gente. Hazte el propósito hijo, de no actuar contra su voz, y si algo piensas ó intentas hacer, póntelo primero en la mente, y pídele consejo a tu juez interno. Al principio, él hablará únicamente en forma muy suave, balbuceando como una criatura inocente, sin embargo si honras su inocencia, soltará su lengua, y te hablará en forma más perceptible.

Aprende con gusto de los demás, y escucha con atención donde se hable de sabiduría, dicha humana, amor, luz, libertad, virtud, pero no confíes inmediatamente en todo, porque no todas las nubes llevan agua, y existen diversos caminos para seguir. Hay quienes creen que dominan una materia, porque hablan de ella, pero no es así hijo mío, no se tienen las cosas por poder hablar de ellas, las palabras sólo son palabras, así que ten cuidado cuando fluyan en forma demasiado hábil y ligera, pues los caballos cuyos carros están cargados de mercadería, avanzan con paso más lento.

Nada esperes del trajín y de los trajinantes, y pásate de largo donde haya escándalo callejero. Si alguien quiere enseñarte sabiduría mírale a la cara, si lo ves enorgullecido déjalo, no hagas caso de sus enseñanzas, por más famoso que sea. Lo que uno no tiene no lo puede dar. No es libre aquel que puede hacer lo que quiere, sino que es libre aquel que puede hacer lo que debe hacer. Y no es sabio el que cree que sabe, sino aquel que se percató de su ignorancia, y logró sobreponerse a la vanidad.

Piensa con frecuencia en cosas sagradas, y ten la seguridad de que ello te traerá ventajas.

No desprecies religión alguna, puesto que están consagradas al espíritu, y tú no sabes lo que pudiera estar oculto bajo apariencias insignificantes. Pero desconfía de sus gurus, sacerdotes y la feligresía.

Desdeñar algo es fácil hijo, pero es mucho mejor comprenderlo. No instruyas a otros, hasta que tú seas instruido.

Acógete a la verdad, si puedes, y gustosamente permite que te odien a causa de ella.
Si tus cosas no son cosas de verdad, cuida de no confundirlas, puesto que de ser así, vendrán sobre ti las consecuencias. Simplemente haz el bien, y no te preguntes por lo que de ello resulte, quiere sólo una cosa, y esa quiérela de corazón.

Cuida de tu cuerpo y mente. Haz deporte y aliméntate bien.

Obedece a la autoridad, porque tú un día tendrás que ejercerla. Sé recto con todo el mundo, pero no te confíes fácilmente.

Sé correcto con cualquier persona, pero no te mezcles en asuntos ajenos, y los tuyos arréglalos con diligencia.

No adules a persona alguna, y no te dejes adular. Honra a cada quien según su rango, y deja que se avergüence si no lo merece.

No quedes debiéndole a persona alguna, pero sé afable, como si todos fueran tus acreedores. No quieras siempre ser generoso, pero procura ser siempre justo. A nadie debes sacar canas, sin embargo cuando obres con justicia, no te preocupes por ellas.

Desconfía de la gesticulación y procura que tus buenos modales sean sencillos y correctos.

Si tienes algo, ayuda, y da con gusto, y no por ello te creas superior, y si nada tienes, ten a mano un trago de agua fresca, y no por ello te creas menos.

No lastimes a mujer alguna, piensa que tu madre también lo es.

No digas todo lo que sabes, pero siempre debes saber lo que dices.

No te apoyes en algún grande, nadie es más grande que tú. Y no te sientes donde se sientan los burlones, porque ellos son los más miserables de todas las criaturas.

Respeta y sigue a los hombres piadosos más que a los santurrones. El hombre que tiene en su corazón verdadero amor, es como el sol que brilla y calienta, aunque no hable.

Haz lo que merezca recompensa, pero no pretendas obtenerla. Si tienes necesidades, quéjate ante ti mismo, y ante nadie más.

Ten siempre algo bueno en tu mente.

Ayuda y honra a tu madre mientras viva, pero con criterio.

Enseña cómo pensar, no lo que han de pensar.

Mi más grande amor, se que echas de menos la montaña de los duendes, el río que cruzábamos, la magia de los momentos, el techo de estrellas, la chimenea que tú mismo cuidabas, el corretear con Kali, el futbol en la playa, … pero mi tesoro, pronto lo volveremos a disfrutar juntos, y millones de veces. Y además, tú serás el Capitán de mi barco; porque Capitán de mi Mar ya lo eres. Mi niño de ojos de miel, mis cabellos dorados de ángel, mi hombre grandote, tenemos muchas cosas que hacer juntos.

Espérame un poquito!

TE AMA, Papá.

TE REGALO TRES VIDEOS DE NUESTRO IDOLO CON NUESTRA CANCION FAVORITA. MUY PRONTO TE REGALARÉ UNA BATERIA "SONOR" COMO LA QUE USA PHIL COLLINS.






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