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20 mayo 2012

VAGABUNDO, ESO SOY

(Dedicado a mi amiga Lulú)
Doy tres veces gracias a Dios, a mi familia de luz, a mi familia de sangre y a mi ser interior, por permitirme ser Vagabundo.
Mi querida sonrisa Lulú, no entiendas acritud en el tono de las palabras que a continuación escribo... es el resultado de dos sumandos: la energía europea + el palo que necesita todo burrito humano.

Decidí salir del agujero negro de mi pueblo muchas veces, y más aún hace tres años, y no jugar a la autocompasión de la hecatombe laboral de muchas pérdidas y víctimas, sin que hubiera habido batalla. Si, si, víctimas de ninguna guerra, tan solo de sí mismos. Yo decidí salir a batallar mi destino, el bienestar económico que quiero para mí y para quienes están todavía bajo mi responsabilidad. Ok, ya me fui.
Ando ganándome la vida, disfrutándola al máximo, y en nuevos escenarios, todo, por hacer mi perfecto camino del alma. Y ello, siendo siempre un vagabundo espiritual en busca de preguntas que no de respuestas.
Me he decidido, en breve, a compartir mi sabiduría en plena calle… si, si, a pecho descubierto, al aire libre, en medio de donde sea, ante las miradas de quienes sean, ante los que se dirijan a mí, ante lo que surja… y ante el desprecio.
Saben quienes me conocen, que tengo una vuelta al mundo pendiente -aunque ya conocí casi 40 países- entre “caña” y “timón”. (Todavía me acuerdo de las excelentes reglas nemotécnicas de mi catedrático en náutica que me ha formado en todas las titulaciones hasta ser capitán: “de la caña al timón, al revés la corrección”). Y esos quienes, siempre me hacían la misma pregunta: ¿Cuánto dinero se necesita para dar la vuelta al mundo? Y yo siempre respondía: ¿Cuánto vale lo que no se ha vivido? Nada o mucho. Depende de cómo quieras vivir.
Navego por el mundo sin ninguna preocupación,
disfruto de la vida cada segundo,
sin ningún remordimiento, sin ninguna condición,
haciendo del camino mi única ocupación

Me siento vagabundo,
sin importarme lo que piense la gente,
ni que digan que soy un demente,
o que me etiqueten de dundo

Vivo vagabundo,
poniendo nombres a las estrellas,
y jugando con todas las rosas,
que existen en todo el mundo

Soy “tirititero” en la calle de mis propios personajes, compartiendo historias donde a veces yo soy el protagonista, y otras, cualquier persona que se acerque a mí.
Y ese vagabundear, qué mejor comienzo que en países "cuasi-tercermundistas". Países dominados, sodomizados, violentos, sin base educativa, muy peligrosos, sumisos, resignados, prostituidos,… conformado por muchos "consentidos" vestidos de piratería de Tommy Hilfigher. Países ricos en todo, pero con grandes carencias de "civismo" y "gobernantes". Países guaridas de las "excentricidades" de prepotentes barras y estrellas. Países de la más pura contradicción. Países que adoptan en vez de adaptar. Países que todavía no son "países"… tan solo territorios marcados con corruptelas y sangre en las esquinas. Países que todavía no saben ni a donde van. Países que serán "levantados" por mujeres en el despertar de su energía en este 2012. Pues aquí, en este terreno ejerzo como vagabundo. Quiero. Me gusta. De tanto andar conmigo me gusta lo que me pasa... 
Y además lo hago, para una vez acabada la experiencia, ya que tiene fecha de fin, vender la historia a algún canal temático… ¿por qué no? Y así seguir haciendo dinero… en divisas de cualquier país.
Si, si, decía en mi párrafo anterior que tiene fecha final, pues claro, porque yo elijo entrar y salir de vagabundo, porque soy libre 100%, por eso soy vagabundo.
Recibo estos días, email afectuoso de mi tierra de una buena persona JCQ. Me cuenta la “esclavitud” diaria a todo… a decisiones que se toman y se anulan antes de acabar la frase; de penurias para cobrar un sueldo (que volverá como antaño, a pagarse semanalmente); de ambiente triste y gris en la ciudad; etc… es la desesperación de muchos. Pero son tontos! Esa desesperación es como ver que viene el toro y te quedas quieto en el sitio para que te pille… Moverse! Moverse de una puñetera vez! Y no se lo digo a mi JCQ, sino a todos aquellos que son uno de cada cuatro, que se sientan en la escalerilla de una falsa subida a un edificio de sindicatos, al aire de la compasión mancomunada. Irse! Como dijo Lola Flores: ¡si me queréis, irse!.
A mis paisanos, les pregunto que de los 1.440 minutos que tiene el día, ¿cuántos han usado para hacer lo que de verdad quieren? Muchos de ellos, no llegan ni a los 15 minutos de una masturbación (que no es otra cosa que hacer el amor con alguien que quieres, aprecias, conoces y es higiénico), porque si preguntara por los minutos que dedicaron al sexo en pareja, les tendría que ampliar a un semestre el rango del minutaje.
Son esclavos: unos de su hipoteca, otros de su carnet de paro, unos de la compasión de los tontos, otros del cordón umbilical a un pueblo muerto, unos al roneo de la calle larga, otros a la rutina… anhelan mucho y no son libres en nada.
Ayer dicen que hubo manifestación en mi pueblo por el desempleo, ¿para qué? Fueron 500 personas según los datos oficiales… es decir, el 1,61% de los parados de mi pueblo. ¡Qué vergüenza! ¿Crisis? ¿Paro? ¡Mentira! Mumá con el pucherito y aquí todos a comer en la mesa camilla. ¡Tienen lo que se merecen! O sea, tu única cita en la agenda del parado que es cuasi-deber cumplir, y ¿no vas a la mani? Vuelvo a reiterar esta cita de Gandhi que recurro a menudo: Peor que los asesinos, son los que consienten el asesinato. Y es verdad. Este inmovilismo produce nauseas.

Cabe pues preguntarse: ¿Esos 35.000 son parados o están descansando? Tranqui, mumá tiene pucherito todavía. Parece que se vive dentro de dos realidades. ¿Y todavía hay algún/a carajote/a que me pone en solfa por haberme ido de mi pueblo? Mira, prefiero ver la escena del hundimiento del Titanic en el cine, que dentro del barco.
En fin, lo dicho, desde aquí, desde mi libertad, el vagabundo sigue su camino del alma.

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