Hablemos de energía y de los vampiros.
Yo los conozco bien, por eso te cuento. Y tu seguro que también. Los tienes a todo tu alrededor casi en todo momento.
Los vampiros energéticos son personas que al acercarse a ti, diezman tu energía de forma consciente o inconsciente. Es decir, cansan tu luminosidad.
Hay muchos tipos de personalidades en los vampiros.
Hay VAMPIROS DEPRESIVOS, que se alimentan de tu energía que se genera cuando te compadeces de ellos, y son de aquellos que usan frases del tipo: “solo tu puedes entenderme”, “eres mi único amigo, solo puedo confiar en ti”, “solo me fío de tus consejos”…, aunque casi nunca siguen luego tus consejos.
Hay VAMPIROS AGRESIVOS, que son aquellos que por medio de la palabra o el físico intimidan tu personalidad, diezmando tu energía.
Hay VAMPIROS CRITICOS, a los que no importa lo que hagas, ya que van a encontrar como criticarte y mermar tu autoestima. No importa si es crítica constructiva o destructiva.
Hay VAMPIROS CUESTIONADORES, que todo te lo preguntan sin interesarle tu respuesta.
Hay VAMPIROS QUE HABLAN DEMASIADO, y te dan mucho sueño cuando estas con ellos, pero se te quita cuando te alejas de ellos.
Hay VAMPIROS QUE SIEMPRE TIENEN LA RAZÓN.
Hay VAMPIROS QUE LIMOSNEAN EL AMOR, quiéreme, ámame... pero no me dejes… te obligan a que los quieras.
Hay VAMPIROS BUENOS, imponen sobre ti sus creencias del bien, sin preguntarte si te interesa.
Los vampiros energéticos son personas comunes y normales, y tú les das todo el poder que tienes sobre ti, y terminan por sustraerte la energía.
Los vampiros y vampiras energéticos actuan de día y de noche, visten de mercadillo o de chino, de negro o de rosa, bailan flamenco o salsa, comen ajo o gambas o gambas al ajillo, duermen solos en el cuarto de su hijo o junto a su perrita, sonríen falsamente y lloran de pega, son en definitiva... tus vecinos del cuarto de al lado.
Los vampiros y vampiras energéticos no son ni buenos ni malos, simplemente son peligrosos.
Ah! No tengas miedo... ya que sabes como son y como actuan... tan solo cierra tu campo de energía para que no te la roben; es decir, actua con sensatez en cada situación para no darles lo que te quieren robar... y un consejito: cruza los dedos, o los brazos, o las manos, o las piernas en esos momentos.
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