Esta es la verdad, ni la tuya, ni la mía, sino la verdad: lo importante es DONDE ESTÁS.
De donde vienes… puede ser mil y un lugares, mil y una experiencias, mil y una culturas, mil y una familias, mil y una reencarnaciones,… mil o una…
El problema del pasado es que ya ha pasado… por eso, ya no es importante.
Fueron hechos y hay que déjalos estar.
Nunca vuelvas al sitio que una vez te hizo feliz.
Nada es lo mismo, ni constante, ni permanente, ni duradero, ni definitivo… todo cambia y se transforma… por eso, “de donde vienes”… todo el mundo quiere arreglarlo para no ser más “de donde vienes”: el que era pobre, para no serlo; el que enfermó, para sanarse; el que estudió, para trabajar; el que se divorció, para encontrar una nueva pareja; el que se cayó, para levantarse… el que tuvo, para tener más!
A donde vas… puede ser al mismo sitio del pasado para los que no aprenden, al mismo sitio diario por miedo, a ningún sitio porque son veletas… ¿y tú que sabes?.
Tengo mucha gente conocida en este pensamiento… la gente que quiere ir a donde mismo todos los días. En mi pueblo, eso es muy habitual. Es una norma social de falso respeto. Esa gente que sabe perfectamente lo que no quiere… pero no sabe lo que quiere… o hace lo que otros quieren… por higiene social. Cobardes del presente!
Lo importante es: DONDE ESTÁS!Aquí y ahora. Saber quien eres. Cómo haces. Qué das. Qué creas. Para qué.
Vive cada día con todo lo que quieres en toda una vida: amar, que te amen, ocuparte (nunca preocuparte), reir en plural, sentir en individual, aceptar lo que tienes en este momento, cumplir con lo comprometido, ... crear tu propia realidad. Metamorfosis permanente, transformación como la mariposa... de algo tan basto a algo tan sutil y hermoso.
Nadie, en su sano juicio, puede percibir (opinar) de alguien por el "de donde vienes". No tendría sentido... porque entonces nadie tendría una nueva oportunidad.
Nadie, en su sano juicio, puede percibir (opinar) de alguien por el "a donde vas". No tendría sentido... ya que no ha sucedido todavía.
Tan solo puedes observar DONDE ESTAS ahora mismito.
Ese parloteo mental que en mayor o menor grado padecemos todos, nos encadena al pasado y nos proyecta al futuro, alejándonos de lo único que realmente existe: el presente. ¿O acaso no es cierto que pasas gran parte de tu vida arrepintiéndote de los errores del pasado y, especialmente, preocupándote por la incertidumbre del futuro?
Ese es el error que cometemos todos cuando nos identificamos con nuestra mente. Ella nos engaña, convenciéndonos de que somos las etiquetas que desde niños hemos metabolizado: “Soy listo/tonto, guapo/feo, alto/bajo… Soy como mi padre/madre o abuelo/abuela…”. Miles de etiquetas que nos han adherido y que tanto nos lastran, ¿verdad?. Ellas conforman nuestra segunda piel, lo que llamamos “nuestra identidad”: una especie de costra que llevamos siempre con nosotros. Pero esa costra que nos condiciona, y de qué manera, puede y debe ser arrancada, cuando descubres que tú no eres tu mente.
Para que lo compruebes por ti mismo, te propongo sentarte unos minutos, cerrar los ojos y dejar que los pensamientos vayan brotando. Deja que surjan en tu mente uno tras otro, hasta que en un determinado momento dejas de pensar y, sin embargo, sigues existiendo. Y es que nuestra existencia, aunque Descartes y nuestra mente pretendan convencernos de lo contrario, va mucho más allá de nuestros pensamientos. Nuestra existencia es solo el ahora: EL DONDE ESTÁS.
Para hacer eso debes alejarte de tu mente analítica, tu falso “yo” de ámbito social y tu ego.
El mundo, como un todo, está cambiando tan rápidamente que muchos de vosotros estáis luchando por mantener el ritmo. Lo qué pasó ayer, hoy ya es irrelevante; y lo que suceda hoy no importará mañana.
El futuro no existe excepto en nuestras mentes, donde la mayor parte de vosotros pierde demasiado tiempo pensando, haciendo planes y preocupándose. Para la mayoría de vosotros, el futuro es un espacio que da miedo, preocupación, ansiedad y tristeza. Ojalá quisierais seguir nuestro consejo y buscarais en el presente las respuestas que necesitáis en vez de mirar al pasado y al futuro, dos lugares que no existen. Muchos de vosotros todavía no entendéis que podéis encontrar hoy dentro de vosotros mismos las respuestas que tan desesperadamente le buscáis a todo. Pero estáis demasiado ocupados pensando, haciendo planee y preocupándoos de que no haya suficientes sitios en vuestro cuerpo en los que encontrar respuestas.
No podemos enfatizar lo suficiente que el presente es lo que importa. Insisto, el tiempo no existe, es un invento del hombre; algo que fue creado en esta humanidad para controlar la vida, la manera en que la vivimos y lo que hacemos con ella. Parece que todo es dominio del tiempo: cuando comer, cuando dormir, la edad correcta para ir a la escuela, la edad correcta de casarse, el tiempo de hacer deporte, etc.; en lugar de permitir que el flujo natural de la vida nos dirija y nos muestre el espacio correcto para todo lo que debamos hacer y completar.
Muchos no tienen paciencia para sentarse y esperar a que el tiempo y la energía sean los correctos para hacer cualquier cosa que se quiera hacer. Muchos pasan demasiado tiempo peleando por conseguir lo que querrían; malgastando demasiada de su energía. Imagina que estas simplemente esperando a que se presente el momento propicio, la oportunidad adecuada. Pierdes demasiadas cosas apresurándote durante tu vida… ahorrando para el mañana… planeando el viaje de verano… ¿Aprecias las pequeñas cosas de tu mundo?
Yo se donde estoy... DONDE ESTOY EN MI VIDA: en el MEJOR MOMENTO DE MI VIDA. Eligiendo lo que quiero, con quien quiero, como quiero, para lo que lo quiero; y me conozco, me respeto, me amo y me siento un perfecto ser vivo de superficie... cueste lo que me cueste.
¿Y tú?
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