Fernando, Fernando, Fernando,
Hace ya un año de otro año… Te echo de menos, a mi forma... en mi intimidad.
En silencio te lloro. Con fuerza te rezo. Con sinceridad te hablo. Bien lo sabes.
Nunca me prodigué en alardear del sentimiento que te tenía, para no cultivar celos. Intentaba acercarme a ti mil veces (alguien fue notaria de ello). En la distancia te hablaba, en el corazón te sentía, en tu pasión te comprendí como NADIE, y con tu dolor quise ayudarte. No pudo ser. No quisiste entonces. No pensabas que sabía. Pero me sirvió lo que me dijiste al principio tras tu final. Te quiero hermano! Así te siento, así te oigo, así te respeto.
Aquí te tocó ser guardián de mucho… hasta de lo que no pedías. Pero ya has escogido tú. Sabes que los dos lo sabemos. Guárdala! Te ama y te necesita porque tú eres la “luz en ese balcón”.
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