MI CAMINO ESPIRITUAL comienza hace 17 años

Me llamo José Luis, pero todo el mundo me llama Pepelu, hoy tengo 40 años y 17 como “vagabundo” espiritual. Soy de Al-Andalus al Sur de España, me entiendo en cuatro idiomas y he viajado por más de 30 países con estancias medias; así que solo me quedan por conocer algo más de ciento cincuenta… y seguiré viajando porque me permite conocer abiertamente todas las opiniones, filosofías, enseñanzas, religiones, prácticas, etc de muchos sitios, quedarte con lo mejor de cada uno, y forjarte tu propio destino. Así pues, no pertenezco ni practico ninguna religión en concreto.


Como leerás a continuación soy, entre otras cosas, Maestro de Reiki y pertenezco a la más antigua y ortodoxa Asociación Nacional de Maestros. Imparto sesiones de reiki, así como cursos para todos los niveles de reiki. Hago ruedas de energía. Realizo la sesión para que la persona se desbloquee/sane/cure/confronte/enfrente a su síntoma físico, emocional, sentimental y espiritual. En verdad, para que su circunstancia se resuelva de la manera que sea perfecta. Me encanta esa expresión porque es la verdad. Cuando se recibe una sesión de reiki, es para que a tu ser le suceda y confronte algo, que a lo mejor le hace reír o llorar, andar o estar postrado tres meses, vivir la individualidad o buscar un grupo de crecimiento personal, … en definitiva, mover energía de amor incondicional para que esa persona, (me gusta llamarle SER, ya que engloba el espíritu, emoción, sentimiento y cuerpo), resuelva esa situación de la manera que sea perfecta.


REIKI: Técnica de masaje de origen tibetano y milenario que permite mediante la canalización de energía liberar tensiones, bloqueos y problemas físicos, mentales, emocionales y espirituales.
Indicado para mejorar la salud, armonía, ansiedad, adicciones, equilibrio de chakras, enfermedad crónica, post operatorios, lesiones, malas energías, malestar y dolor en general


Yo creo en la ENERGÍA DEL SER HUMANO
La mayoría de las personas se identifican con este cuerpo finito, pero no eres un cuerpo finito. Incluso bajo un microscopio de gran aumento eres un campo de energía. Esto es lo que sabemos de la energía. Pregúntale a un físico cuántico «¿Qué crea el mundo?» «La energía», te responderá. «Bueno, pues describe la energía». «Muy bien, la energía ni se crea ni se destruye, ha existido y existirá siempre, todo lo que ha existido alguna vez seguirá existiendo, adopta una forma, la mantiene y la disuelve». Si le preguntas a un teólogo: «¿Qué creó el Universo?» «Dios», te responderá. «Bien, descríbeme a Dios». «No tiene principio ni fin, no puede ser creado ni destruido, todo lo que ha existido alguna vez seguirá existiendo, adopta una forma, la mantiene y la disuelve». Es la misma descripción con distinta terminología. Así que si piensas que eres este «traje de carne» que va por ahí, vale más que reflexiones. ¡Eres un ser espiritual! Eres un campo de energía, que opera dentro de otro mayor.
JAMES RAY
(Colaborador libro “El Secreto”)


Entre mis "pacientes" hay personas de todo tipo, estatus social, situación familiar, etc y que acuden por: ansiedad, depresión, falta de autoestima, rupturas sentimentales, problemas familiares, drogodependencia, problemas físicos, enfermedad crónica, malas energías, mal de ojo, etc; también porque desean hacer una reflexión en su vida, empezar o continuar camino espiritual; y también porque se encuentran bien y quieren mejorar.


El Reiki tiene varios niveles y es una técnica milenaria de sanación física, mental, emocional y espiritual. En España está empezando a imponerse en muchos tipos de centros: sanitarios, asistencia a enfermos crónicos, asociaciones, centros penitenciarios...


Actualmente el Gobierno de España tiene un anteproyecto de Ley para que se reconozca esta técnica a nivel académico y sanitario. En Hospitales de Madrid como: Doce de octubre, Ramón y Cajal y Gregorio Marañón se aplica hace tiempo, en plantas de oncología para tratamiento del cáncer, efectos de la quimio, etc. Puedes comprobarlo en este documental de TELEMADRID: http://es.youtube.com/watch?v=vdehyV3amYQ


A parte del reiki, desde hace unos años me he documentado, formado, y he conocido guías en relación a la “anatomía del espíritu”. Es decir, el cuerpo humano manifiesta a través de los síntomas, que está enfermo; y lo que trata de decirnos es que hay un bloqueo en nuestro SER interior, que debemos entender y solventar. Tengo muchas experiencias en ello. El 100% lo confirma. Cada gripe, úlcera, jaqueca, acné, cáncer, accidente, quemadura, flatulencia le corresponde una explicación interior. Me apasiona. Me convence, y es más, creo que es el camino más importante de conocimiento que tenemos las personas. Que nos ayuda a caminar y crecer. Que nos enseña a conocernos como personas, como seres que vivimos en sociedad, como almas, como espíritu en conexión con Dios.


Las enfermedades en plural no existen, al igual que no existen las saludes. Existe la enfermedad y la salud. Y a su vez, la enfermedad se compone de síntomas que la manifiestan. Dependiendo del grado de intensidad con el que nuestra vida nos indica una lección a aprender, así se reflejará en un síntoma. El estado natural de las personas es una cadencia de salud y enfermedad, salud y enfermedad, …


Me mantengo en la certeza de que somos nosotros solos quienes enfermamos y quienes nos curamos. Es decir somos responsables. A mí me hace gracia la medicina académica como exculpa al hombre de todo, de su vida y de su actitud. Expresiones tales como “le ha entrado un virus”, “lo han intoxicado”, “le han pegado una infección”, “le han dado un golpe”,… me hacen gracia, por no decir que me molesta, ya que EXCULPA a cada persona de su enfermedad. Hace responsable al entorno, otras personas, otras circunstancias… y deja a la persona en la compasión de pobrecito lo que está sufriendo… Y a su vez, llega luego la segunda parte. El médico le manda un tratamiento “milagroso” del que solo es responsable el médico. Si se cura, el médico es bueno. Si no se cura el responsable es el mismo médico. O se cambia de médico o se cambia de tratamiento. En resumen, la persona que está enferma, en todo el proceso no ha asumido su responsabilidad, ni se ha dado cuenta de la lección que la vida le ponía por delante. Y la medicina, a lo mejor, le cura esos síntomas… pero nunca “curó el origen” de los mismos. Suele enseñar a “acompañar el victimismo del enfermo”. Por lo que esa persona podrá volver a caer. Te puedo poner muchos ejemplos, pero voy a uno simple acorde con estas fechas invernales: El Resfriado. Jamás se pega un resfriado, jamás se coge un resfriado al pasar frío, jamás se coge un resfriado por mojarse bajo la lluvia, etc. un resfriado se coge porque estamos ante una situación en nuestra vida que nos tiene “hasta las narices”. Así pues, por mucho frenadol, couldina, etc. que tomemos, a lo mejor te lo cura. Pero te brotará cuando menos te lo esperes. Concluyendo, ese es un ejemplo muy básico, de una lista que pasa por todo: cáncer, apendicitis, caries, úlceras, epidermis, etc.


Flipo, como un médico y un paciente acuden a misa los domingos. Se sientan, escuchan, oran y se entregan a rituales, ceremoniales y a la fe. La fe en algo más allá. La fe en el ser humano como un conjunto espiritual. La fe en cielos, paraísos, estados espirituales, el respeto a la palabra que alguien dejó escrita… (piensa que la historia solo la escriben los vencedores)… el miedo al infierno, al diablo con cuernos… (yo he visto más diablos en ositos mimosos de peluche que en conciertos de rock gótico, que por cierto me apasionan). Es decir, acuden el domingo a un centro de conexión espiritual. Y luego, el lunes, médico y paciente se encuentran en la consulta… para arreglar una “maquinaria”, un cuerpo físico, compuesto por piezas, a las que la ciencia hoy ya se atreve a dar prótesis… pero yo me refiero al trato, a la interpretación de que el paciente para el médico es un “cacharro físico estropeado” sin emociones, sentimientos, energía, espiritualidad, amor, armonía, paz, comunicación, etc etc etc etc etc. Flipo!


En otro orden de cosas, también practico otras fórmulas para sanación de culebrinas, tiñas, herpes, brotes de soriasis,… que buenas Maestras mías me han facilitado. Por imposición de manos y oración se curan de inmediato.


Trabajo también la gemoterapia y cristaloterapia.


Realizo talleres de relajación y meditación.


Como verás, este texto te lo escribo en impersonal cuando me refiero a curación y sanación. Es decir, yo no soy nadie, yo no tengo dones, yo no soy un iluminado,… yo solo soy un ser de luz, un canal de información y de energía que sirve de instrumento al Universo y a Dios, para transmitir a la persona paciente lo que requiera para sus desbloqueos, su karma, su lección a aprender, su sananción, etc… Solo cada uno somos responsables de nosotros mismos, de la enfermedad y de la salud. Así pues, yo solo ayudo a que la persona se autoayude. Nada más.


En este camino de 17 años, he conocido artes de todo tipo. Como bien sabes, la energía es una, y la intención con la que la mueves es la que cuenta. Mi experiencia y conocimientos me permiten afirmar que no creo en la diferencia entre magia negra y magia blanca. Solo existe la energía que se mueve con intención de hacer bien o mal. En este sentido, me considero a mi mismo un “justiciero”, tal y como lo define el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española: 1. adj. Que observa y hace observar estrictamente la justicia . Un ser que también tiene como misión limpiar a otros seres. Es decir, me dedico también a limpiar malas energías, influencias, trabajos de artes oscuras, etc. Por ello, conozco, me he documentado, he vivido y sufrido esas situaciones por parte de personas muy cercanas a mí. Por esto, con el tiempo, me han enseñado a protegerme, y a proteger a las personas, trabajo, casa, situaciones, etc…


Igualmente conozco el alcance de magias dañinas, de brujas dañinas, de curanderas farsantes; y del mismo modo, me dedico a ayudar a las personas que las sufren, porque dejen en sus manos su vida, sus decisiones, sus envidias, su ira y mucho muchísimo dinero. Hay mucho engaño y dolor en ese mundo.


Bueno, no me quiero enrollar más, que 17 años no se cuenta así porque así. Seguiremos hablando,....