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05 agosto 2009

La relación de pareja



Imperativos:
“El matrimonio es una norma de higiene social”
Genial frase de un escritor sevillano que cabalga entre siglo XX y siglo XXI: Antonio Gala.

“Hasta que el hombre no viva su independencia no podrá vivir en pareja”
Genial conclusión de mi querida abuela chilena de mediados del S.XX apellidada Hoffman.

No entiendo nada. No sé que busca la gente. No sé que falla.
O lo que es lo mismo:
Entiendo todo. Sé lo que busca la gente. Sé que falla.

No hay espíritu de pareja.
La gente vive en manada, aborregada, sin identidad propia, … sin huevarios.

Se tiene pareja por inercia, porque a determinada edad toca, porque corre corre que se te va la edad para tener hijos, para imitar modelos familiares, para ser mejor que el vecino, para competir en mil vanidades (juguetes, colegios de pago, ropa de marca, macro cumpleaños, etc…)

La verdad, no tengo ahora mismo en mi recuerdo a ninguna pareja que haya conocido donde se pueda decir: ¡dos en uno!

Y no debo andar muy equivocado puesto que las cifras cantan un huevo: en mi municipio llegaremos al 47 % de divorcios en menos de dos años. Es decir, la practica mitad de las parejas existentes actualmente en mi municipio, más las que se constituyan en el plazo de dos años y medio, estarán divorciadas, separadas, alejadas, retiradas… convertidas en fue-mujer y fue-marido. ¡La hostia!

Necesito escribir de esto. Necesito decir lo que pienso. Necesito contar lo que me cuentan las decenas de personas que trato.

La pareja está en crisis. La pareja actual no existe. La pareja no es matrimonio. La pareja no es una verdad cierta. La pareja, tome la forma que tome, ahora no vale porque no están unidas. Porque no hay verdad ni amor sin apego.

Dadme razones y hocicaré mis argumentos.
Dadme ejemplos y dejaré mi faz para ser golpeado.
Dadme años de convivencia plena y me convertiré en arqueólogo del amor.

¿Por qué se divorcia/separa/rompe/… la relación?
Pues está claro, porque las personas no se conocen a sí mismas. Y si no se conocen a sí mismas, como se van a convertir en exploradores del otro.

La chilena abuela Lola Hoffman decía eso: que el hombre hasta que no aprenda a vivir en soledad no podrá vivir en pareja. Y es verdad.

Yo, lo mencionaba en alguna que otra entrada anterior en este blog de esta manera: La gente sale de casa de sus padres, para irse a vivir con alguien, procrear, y cuando se rompe la relación volver al cobijo de los padres para que les den el almuerzo diario, les ayuden al cuidado de los hijos, sean pañuelos de lágrimas, etc. Bueno, y entonces.. ¿Cuándo coño han vivido solos? ¿Cuándo han aprendido la individualidad? ¿Cuándo han conocido la importancia del hábitat/espacio? ¿Cuándo han sido 100% responsables de su agenda diaria? ¿Cuándo? Eso es apego, dependencia, mendicidad, necesidad y mitad.

No quisiera que nadie me tachara de demasiado exigente, ni idealista, ni utópico… solo soy un realista con amplia visión de futuro. YO CREO EN LA PAREJA, LA DEFIENDO, PERO BASADA EN UN MODELO RADICALMENTE DISTINTO AL ACTUAL.

Tranquilos... a partir de Junio 2012 se unirán millones de parejas en el mundo bajo este nuevo modelo relacional: AMANDO SIN APEGO.

No es solamente el avance tecnológico lo que marcó el inicio de este milenio, las relaciones afectivas también están pasando por profundas transformaciones y revolucionando el concepto de Amor.

Lo que se busca hoy es una relación compatible con los tiempos modernos, en la cual exista individualidad, respeto, alegría y placer de estar juntos; y no una relación de dependencia en la cual uno responsabiliza al otro por su bienestar.

La idea de una persona que es el remedio para nuestra felicidad, que nació con el romanticismo, está desapareciendo desde este principio de siglo. El Amor Romántico parte de la premisa de que somos una fracción y necesitamos encontrar nuestra otra mitad para sentirnos completos.

Muchas veces se produce un proceso de despersonalización que, históricamente, es protagonizado por la mujer. Ella abandona sus características para amalgamarse al proyecto masculino.

La teoría de atracción entre opuestos, también viene de la misma raíz: tiene que saber hacer lo que yo no sé, si soy mansa él debe ser agresivo, y así todo lo demás. Una idea práctica de supervivencia y poco romántica.

Estamos cambiando el Amor de la necesidad, por el Amor del deseo. El gusto y el deseo por la compañía, y no por la necesidad, que es muy diferente.

Como el avance tecnológico, que exige más tiempo individual, las personas están perdiendo el miedo de quedarse solas, y aprendiendo a convivir mejor consigo mismas.

Ellas están comenzando a percibir que se sienten fracción, pero son enteras.

El otro, también se siente una fracción. No es príncipe ni salvador de nada, es apenas un compañero de viaje.

El hombre es un animal que va cambiando al mundo, y después tiene que irse reciclando, para adaptarse al mundo que fabricó.

Estamos entrando en una era de individualismo, que no tiene nada que ver con egoísmo. El egoísta no tiene energía propia, él se alimenta de la energía que viene de otro, sea financiera o moral.

La nueva forma de Amor tiene nuevo significado: es el complemento de 2 enteros, y no la unión de 2 mitades. Y esto solo es posible para aquellos que consiguieran trabajar su individualidad.

Cuanto más competente es el individuo para vivir solo, más preparado estará para una relación afectiva.


La soledad es buena, estar solo no es vergonzoso, al contrario, da dignidad a la persona.

Las buenas relaciones afectivas son óptimas, son muy parecidas a estar solo, nadie exige nada de nadie y ambos crecen.

Relaciones de dominación o de concesiones exageradas son cosas del siglo pasado.

Cada cerebro es único. Nuestro modo de pensar y de hacer no sirve de referencia para nadie.

Muchas veces pensamos que otro es nuestra alma gemela y, en verdad, lo que hicimos fue inventárnoslo a nuestro modo.

Todos deberíamos quedarnos solos de vez en cuando, para establecer un diálogo interno y descubrir nuestra fuerza personal.

En soledad, el individuo entiende que la armonía y la paz de espíritu solo pueden encontrarse dentro de él mismo, y no a partir de otro.

Al percibir eso, él se torna menos crítico y más comprensivo con las diferencias, respetando la manera de ser de cada uno.

El Amor de 2 personas enteras es mucho más saludable.

En este tipo de relación se da el placer de la compañía y el respeto por el ser amado.

No siempre es suficiente ser perdonado por alguien, algunas veces necesitas aprender a perdonarte a ti mismo.

SAWABONA es un piropo usado en el sur de África que quiere decir "yo te respeto, te valoro, eres importante para mí!"

Como respuesta dicen: SHIKOBA, que es: "Entonces, yo existo para ti"

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Querido Pepelu, también Antonio Gala en una ocasión dijo que "sólo un yo y un tú pueden formar un nosotros". La unión de dos individuos, la amalgama de dos singularidades, no la dependencia afectiva, emocional, económica, psicológica, sexual,..forman la pareja real, el resto son otras cosas.
Lee esta definición, me encanta, es de Michel Onfray un autor francés que te recomendé en el autobús, aquél viernes tras la charla de Swuami Purohit, la obra de la que lo he extraido se titula “La Fuerza de Existir. Manifiesto Hedonista”:
“La máquina célibe”.
Mi definición de soltero no incluye la acepción usual del estado civil, para mí, el soltero no vive necesariamente solo, sin compañero ni compañía, sin marido o mujer, sin pareja oficial. Define más bien a aquél que, aún comprometido en una historia digamos amorosa, conserva las prerrogativas y el ejercicio de su libertad. Esta figura aprecia su independencia y goza de su soberana autonomía. El contrato en el que se instala no tiene duración indeterminada, sino determinada, quizá renobable, pero no obligatoria.
Construirse como máquina célibe en la relación de pareja permite evitar en lo posible la entropía consustancial con las disposiciones fusionales. Para evitar el esquema nada, todo, nada que caracteriza a menudo las historias fracasadas, mal, poco o nada construidas, vividas día a día, impuestas por lo cotidiano, vacilantes, la configuración nada, más, mucho me parece preferible.
Nada, todo, nada define el modelo dominante: viven separados, no se conocen , se encuentran, se dejan llevar por la naturaleza de la relación, el otro se vuelve todo, indispensable, la medida de su ser, la dimensión de su pensamiento y su existencia, el sentido de su vida, el compañero en todo hasta el mínimo detalle, hasta que-cuando la entropía empieza a producir sus efectos- se vuelve el inoportuno, el que molesta, el cargante, el fastidioso, aquel que exaspera y termina por convertirse en el tercero del que hay que deshacerse, antes que, divorcio de por medio-y la violencia que a menudo lo acompaña-, vuelva a ser nada, una nada a veces multiplicada por un poquito de odio.
El dispositivo, nada, más, mucho, parte del mismo lugar, se encuentran dos seres que no saben aún que existen, y luego construyen sobre el principio del eros liviano. A partir de ese momento se elabora día a día una acción positiva que define el más: más ser, más expansión, más regocijo, más serenidad adquirida. Cuando esta serie de más permite alcanzar una suma real, aparece el mucho y califica la relación rica, compleja, elaborada según el modo nominalista. Pues no hay otra ley que la ausencia de ley: sólo existen los casos particulares y la necesidad de cada uno de construir según los planes que convienen a su idiosincrasia.
El modo operatorio de las disposiciones célibes rechaza la fusión. Éste abomina de la desaparición anunciada de dos en una tercera forma, una tercera forma sublimada por el amor. La mayoría de las veces, la negación no atañe a las dos partes interesadas de la pareja, sino a una de ellas, a la que sucumbe, según las leyes de la etología, al más fuerte, dominante y persuasivo, que no siempre es el que se cree.
La amalgama de singularidades se mantiene más tiempo que el que le permite la denegación. A veces, según la densidad de la neurosis, el bovarismo funciona durante toda la vida. Pero cuando en los detalles de la vida cotidiana, más allá de la anécdota y lo infinitesimal que concentran lo esencial, lo real recava socava con regularidad la construcción conceptual platónica que sirve de base a la pareja tradicional, la estatua se muestra un día como un coloso con pies de barro, una ficción sostenida por el único deseo de creer en cuentos para niños. Así pues, del todo se pasa a la nada.

Gracias por tus artículos. Un abrazo.
Mercedes.

Anónimo dijo...

simplemente me parece genial. en mi tiempo de soledad he descubierto todo lo que dices y eso me hace mas feliz...

SUSANA

Unknown dijo...

Brillante. Justo lo que necesitaba leer. Creí que me estaba volviendo loca por pensar asi y descubro...que no estoy sola
Voy a seguir leyendo, disfrutandome y enriqueciendome con este hallazgo
Dejo mi correo para quien quiera debatir sobre estos temas nessun@live.com.ar
Buen año y buena vida para todos

Anónimo dijo...

Tarde lo he leído, pero a punto... Es decir, estoy a punto para entenderlo... He vivido la soledad y me va gustando, ya no podría renunciar a mi Libertad y depositarla en una unión de dos. Me gusta pensar en la unión emn paralelo de dos personas Libres.
María Teresa

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