08 marzo 2012
EMIGRANTE
La diferencia entre ser emigrante y ciudadano del país, es que el ciudadano recorre sus propias carreteras; y el emigrante, ni las conoce, ni las andará igual, y encima se las habrá de crear. Eso no hace más bueno o mejor a ninguno de los dos. Será solo, el final del camino, el que marcará a donde llegó la vía de cada uno.
Justo en marzo hace un año escribí de ese sentir que es el MIGRAR. (lee si lo deseas)
Mi amiga Aina me regaló el 19 de septiembre un efecto sicomágico. Es un pasaporte ARCOIRIS para mostrar cada vez que pases fronteras. Lo uso. Lo muestro. Y lo demuestro, soy ciudadano del mundo, hijo de Tonantzin, y toda la Tierra es mi casa, sin "borders", sin papeles, como dicen los Mártires del compás en esta petebulería:
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