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05 agosto 2009

Digo lo que pienso

Digo lo que pienso, y por eso doy envidia a quienes no piensan lo que dicen, ya que se limitan a repetir lo que otr@s les dicen.


Desde que comencé a hacer camino espiritual, llegó el día en el que la ASERTIVIDAD brotó como nunca en mi interior. Desde ese día, soy más libre, más feliz, más fuerte, más, soy más.


Esta es actitud madura, de valentía, de crecimiento, de evolución y la más educadora.


Estudio, no para formarme ni colgar títulos,
leo e investigo, no para conocer,
pregunto y me cuestiono, no para acrecentar la duda,
… hago todo eso, para tener criterio.


Y cuando tengo criterio, puedo hablar desde la verdad. Soy asertivo.


Como estrategia y estilo de comunicación, la asertividad se diferencia y se sitúa en un punto intermedio entre otras dos conductas polares: la agresividad y la pasividad (o no-asertividad). Suele definirse como un comportamiento comunicacional maduro en el cual la persona no agrede ni se somete a la voluntad de otras personas, sino que expresa sus convicciones y defiende sus derechos.


Los cobardes la califican de temeridad revolucionaria. Es estúpido calificar algo que ya tiene definición en el diccionario: ASERTIVIDAD.


Es una forma de expresión consciente, congruente, clara, directa y equilibrada, cuya finalidad es comunicar nuestras ideas y sentimientos, o defender nuestros legítimos derechos sin la intención de herir o perjudicar, actuando desde un estado interior de autoconfianza, en lugar de la emocionalidad limitante típica de la ansiedad, la culpa o la rabia.


La asertividad permite decir lo que uno piensa y actuar en consecuencia, haciendo lo que se considera más apropiado para uno mismo, defendiendo los propios derechos, intereses o necesidades sin agredir u ofender a nadie, ni permitir ser agredido u ofendido y evitando situaciones que causen ansiedad.


La asertividad es una actitud intermedia entre una actitud pasiva o inhibida y otra actitud agresiva frente a otras personas, que además de reflejarse en el lenguaje hablado se manifiesta en el lenguaje no verbal, como en la postura corporal, en los ademanes o gestos del cuerpo, en la expresión facial, y en la voz.


Una persona asertiva suele ser tolerante, acepta los errores, propone soluciones factibles sin ira, se encuentra segura de sí misma y frena pacíficamente a las personas que les atacan verbalmente.


La asertividad impide que seamos manipulados por los demás en cualquier aspecto y es un factor decisivo en la conservación y el aumento de nuestra autoestima, además de valorar y respetar a los demás recíprocamente.


Esta conducta asertiva nos permite insistir en nuestros deseos sin caer en trampas verbales o artimañas manipuladoras del interlocutor, y sin dejarnos desviar del tema que nos importa hasta lograr nuestro objetivo.


La asertividad parte de la idea de que todo ser humano tiene ciertos derechos:


1. Derecho a ser tratado con respeto y dignidad.
2. En ocasiones, derecho a ser el primero.
3. Derecho a equivocarse y a hacerse responsable de sus propios errores.
4. Derecho a tener sus propios valores, opiniones y creencias.
5. Derecho a tener sus propias necesidades y que éstas sean tan importantes como las de los demás.
6. Derecho a experimentar y a expresar los propios sentimientos y emociones, haciéndose responsable de ellos.
7. Derecho a cambiar de opinión, idea o línea de acción.
8. Derecho a protestar cuando se es tratado de una manera injusta.
9. Derecho a cambiar lo que no nos es satisfactorio.
10. Derecho a detenerse y pensar antes de actuar.
11. Derecho a pedir lo que se quiere.
12. Derecho a ser independiente.
13. Derecho a superarse, aun superando a los demás.
14. Derecho a que se le reconozca un trabajo bien hecho.
15. Derecho a decidir qué hacer con el propio cuerpo, tiempo y propiedades.
16. Derecho a hacer menos de lo que humanamente se es capaz de hacer.
17. Derecho a ignorar los consejos de los demás.
18. Derecho a rechazar peticiones sin sentirse culpable o egoísta.
19. Derecho a estar solo aun cuando otras personas deseen nuestra compañía.
20. Derecho a no justificarse ante los demás.
21. Derecho a decidir si uno quiere o no responsabilizarse de los problemas de otros.
22. Derecho a no anticiparse a las necesidades y deseos de los demás.
23. Derecho a no estar pendiente de la buena voluntad de los demás.
24. Derecho a elegir entre responder o no hacerlo.
25. Derecho a sentir y expresar el dolor.
26. Derecho a hablar sobre un problema con la persona implicada y, en los casos límite en los que los derechos de cada uno no estén del todo claros, llegar a un compromiso viable.
27. Derecho a no comportarse de forma asertiva o socialmente hábil.
28. Derecho a vulnerar, de forma ocasional, algunos de los derechos personales.
29. Derecho a hacer cualquier cosa mientras no se violen los derechos de otra persona.
30. Derecho a tener derechos.
31. Derecho a renunciar o a hacer uso de estos derechos.


Al día de hoy, en mi vida privada y espiritual la ASERTIVIDAD nada más que me ha proporcionado éxito y acierto. En mi vida laboral, me ha proporcionado descubrir la mediocridad, incompetencia y cobardía en muchas personas que las tenían ocultas hasta que les llegó la hora de la verdad.


Me alegro de ser ASERTIVO, animo a todo el mundo a que lo sea, ya que les cambiará la vida para mejor. Les enseñará a saber hablar de sí mismo, tener coraje, expresar interior, aumentar la confianza en uno mismo, sentir la libertad y como se madura.

La relación de pareja



Imperativos:
“El matrimonio es una norma de higiene social”
Genial frase de un escritor sevillano que cabalga entre siglo XX y siglo XXI: Antonio Gala.

“Hasta que el hombre no viva su independencia no podrá vivir en pareja”
Genial conclusión de mi querida abuela chilena de mediados del S.XX apellidada Hoffman.

No entiendo nada. No sé que busca la gente. No sé que falla.
O lo que es lo mismo:
Entiendo todo. Sé lo que busca la gente. Sé que falla.

No hay espíritu de pareja.
La gente vive en manada, aborregada, sin identidad propia, … sin huevarios.

Se tiene pareja por inercia, porque a determinada edad toca, porque corre corre que se te va la edad para tener hijos, para imitar modelos familiares, para ser mejor que el vecino, para competir en mil vanidades (juguetes, colegios de pago, ropa de marca, macro cumpleaños, etc…)

La verdad, no tengo ahora mismo en mi recuerdo a ninguna pareja que haya conocido donde se pueda decir: ¡dos en uno!

Y no debo andar muy equivocado puesto que las cifras cantan un huevo: en mi municipio llegaremos al 47 % de divorcios en menos de dos años. Es decir, la practica mitad de las parejas existentes actualmente en mi municipio, más las que se constituyan en el plazo de dos años y medio, estarán divorciadas, separadas, alejadas, retiradas… convertidas en fue-mujer y fue-marido. ¡La hostia!

Necesito escribir de esto. Necesito decir lo que pienso. Necesito contar lo que me cuentan las decenas de personas que trato.

La pareja está en crisis. La pareja actual no existe. La pareja no es matrimonio. La pareja no es una verdad cierta. La pareja, tome la forma que tome, ahora no vale porque no están unidas. Porque no hay verdad ni amor sin apego.

Dadme razones y hocicaré mis argumentos.
Dadme ejemplos y dejaré mi faz para ser golpeado.
Dadme años de convivencia plena y me convertiré en arqueólogo del amor.

¿Por qué se divorcia/separa/rompe/… la relación?
Pues está claro, porque las personas no se conocen a sí mismas. Y si no se conocen a sí mismas, como se van a convertir en exploradores del otro.

La chilena abuela Lola Hoffman decía eso: que el hombre hasta que no aprenda a vivir en soledad no podrá vivir en pareja. Y es verdad.

Yo, lo mencionaba en alguna que otra entrada anterior en este blog de esta manera: La gente sale de casa de sus padres, para irse a vivir con alguien, procrear, y cuando se rompe la relación volver al cobijo de los padres para que les den el almuerzo diario, les ayuden al cuidado de los hijos, sean pañuelos de lágrimas, etc. Bueno, y entonces.. ¿Cuándo coño han vivido solos? ¿Cuándo han aprendido la individualidad? ¿Cuándo han conocido la importancia del hábitat/espacio? ¿Cuándo han sido 100% responsables de su agenda diaria? ¿Cuándo? Eso es apego, dependencia, mendicidad, necesidad y mitad.

No quisiera que nadie me tachara de demasiado exigente, ni idealista, ni utópico… solo soy un realista con amplia visión de futuro. YO CREO EN LA PAREJA, LA DEFIENDO, PERO BASADA EN UN MODELO RADICALMENTE DISTINTO AL ACTUAL.

Tranquilos... a partir de Junio 2012 se unirán millones de parejas en el mundo bajo este nuevo modelo relacional: AMANDO SIN APEGO.

No es solamente el avance tecnológico lo que marcó el inicio de este milenio, las relaciones afectivas también están pasando por profundas transformaciones y revolucionando el concepto de Amor.

Lo que se busca hoy es una relación compatible con los tiempos modernos, en la cual exista individualidad, respeto, alegría y placer de estar juntos; y no una relación de dependencia en la cual uno responsabiliza al otro por su bienestar.

La idea de una persona que es el remedio para nuestra felicidad, que nació con el romanticismo, está desapareciendo desde este principio de siglo. El Amor Romántico parte de la premisa de que somos una fracción y necesitamos encontrar nuestra otra mitad para sentirnos completos.

Muchas veces se produce un proceso de despersonalización que, históricamente, es protagonizado por la mujer. Ella abandona sus características para amalgamarse al proyecto masculino.

La teoría de atracción entre opuestos, también viene de la misma raíz: tiene que saber hacer lo que yo no sé, si soy mansa él debe ser agresivo, y así todo lo demás. Una idea práctica de supervivencia y poco romántica.

Estamos cambiando el Amor de la necesidad, por el Amor del deseo. El gusto y el deseo por la compañía, y no por la necesidad, que es muy diferente.

Como el avance tecnológico, que exige más tiempo individual, las personas están perdiendo el miedo de quedarse solas, y aprendiendo a convivir mejor consigo mismas.

Ellas están comenzando a percibir que se sienten fracción, pero son enteras.

El otro, también se siente una fracción. No es príncipe ni salvador de nada, es apenas un compañero de viaje.

El hombre es un animal que va cambiando al mundo, y después tiene que irse reciclando, para adaptarse al mundo que fabricó.

Estamos entrando en una era de individualismo, que no tiene nada que ver con egoísmo. El egoísta no tiene energía propia, él se alimenta de la energía que viene de otro, sea financiera o moral.

La nueva forma de Amor tiene nuevo significado: es el complemento de 2 enteros, y no la unión de 2 mitades. Y esto solo es posible para aquellos que consiguieran trabajar su individualidad.

Cuanto más competente es el individuo para vivir solo, más preparado estará para una relación afectiva.


La soledad es buena, estar solo no es vergonzoso, al contrario, da dignidad a la persona.

Las buenas relaciones afectivas son óptimas, son muy parecidas a estar solo, nadie exige nada de nadie y ambos crecen.

Relaciones de dominación o de concesiones exageradas son cosas del siglo pasado.

Cada cerebro es único. Nuestro modo de pensar y de hacer no sirve de referencia para nadie.

Muchas veces pensamos que otro es nuestra alma gemela y, en verdad, lo que hicimos fue inventárnoslo a nuestro modo.

Todos deberíamos quedarnos solos de vez en cuando, para establecer un diálogo interno y descubrir nuestra fuerza personal.

En soledad, el individuo entiende que la armonía y la paz de espíritu solo pueden encontrarse dentro de él mismo, y no a partir de otro.

Al percibir eso, él se torna menos crítico y más comprensivo con las diferencias, respetando la manera de ser de cada uno.

El Amor de 2 personas enteras es mucho más saludable.

En este tipo de relación se da el placer de la compañía y el respeto por el ser amado.

No siempre es suficiente ser perdonado por alguien, algunas veces necesitas aprender a perdonarte a ti mismo.

SAWABONA es un piropo usado en el sur de África que quiere decir "yo te respeto, te valoro, eres importante para mí!"

Como respuesta dicen: SHIKOBA, que es: "Entonces, yo existo para ti"

15 julio 2009

La cobardía del cobarde

Si hay algo, a lo que estoy dando su justa sentencia con el paso del tiempo y suma de experiencias, es a la cobardía. Este es el tercer acto de los dos que mencionaba en anteriores artículos: la mediocridad y aceptarse.


El/la cobarde huye de lo que le sigue para ir detrás de lo que huye de él/ella.


Hay mucha gente que es cobarde hasta durmiendo...
En distintas medidas, pero en el fondo lo mismo.
Tan grave es enseñar a un niño a jugar con una pistola de agua, como a un adulto enseñar a matar en un video juego. Al final es lo mismo: apuntar a alguien y joderle, parapetado en algo que no es el/ella y que le da fuerzas.


El cobarde se hace no nace.
El cobarde se hace a sí mismo, a diario, eludiendo, rehuyendo, mirando para otro lado (pero con el rabillo del ojo controlando).


Saber lo que es justo y no hacerlo, es la peor de las cobardías.
Y que me lo digan a mí que lo he sufrido en mis propias carnes…


He estado rodeado de cobardes mucho tiempo. Los/las sigo teniendo cerca. Y ellos son el carbón de las derrotas. El cobarde es un mercenario de la conveniencia. Es una persona que se mueve por el eco de los demás. Una persona despersonalizada.


Veo a diario a infinidad de cobardes que pasan por mi vida.
Cobardes en masculino y femenino.


Cobardes detrás de un parapeto familiar.
Cobardes detrás de su pareja.
Cobardes detrás de la mesa camilla.
Cobardes detrás de un trono en usufructo.
Cobardes detrás de la pasividad. (Ya lo decía Gandhi: peor que la barbarie del criminal está aquel que calla y lo consiente)
Cobardes detrás de la temeridad de unos pocos.
Cobardes porque llevan la misma sangre que a los que debe juzgar.
Cobardes porque actúan haciendo lo contrario que dicen.
Cobardes porque consienten que les invadan su espacio de decisión.
Cobardes escondidos tras los años/edad.
Cobardes porque no saben lo que quieren, no saben defender lo que tienen o lo que les han dado.
Cobardes por altanería y orgullo. Curiosa antítesis. Pero lo entenderá…
Cobardes por confundir confrontar con enfrentar.
Cobardes por estar parapetados en una excusa perenne.
Cobardes porque se autoproclaman prudente.
Cobardes por miedo.
Cobardes por hacerse cobardes.


El/la cobarde solo amenaza cuando está a salvo. Solo actúa en ese preciso momento. Y yo lo tengo más que comprobado en la cercanía. ¡Qué asco!


El/la cobarde es el/la artista del titubeo, del balanceo, de la duda elevada a infinito, de…


Gracias a los cobardes la vida pierde días, atractivo, oportunidades, ilusión, impronta, sorpresa, éxito, armonía, eficacia, rentabilidad, crecimiento, madurez, amor, parejas, familias, … pierde vida.


A mis cobardes les dedico esta frase:
“Cuando una batalla está perdida, solo el que ha huido puede volver a combatir”

18 junio 2009

Contacta con tu Ser Interior en 10 pasos

Cada uno de nosotros está conectado con lo Divino. El Ser Superior que está dentro de nosotros trasciende por mucho la comprensión de nuestras mentes conscientes. Este es el poder al que han accedido todos los grandes genios y maestros. También es el espacio de la magia y los milagros en nuestras vidas. Aquí están los pasos para hacer contacto:


¡El primer paso es CREER que tienes un Ser Superior con quién establecer comunicación!
Un Dios, energía, creador… lo que tus creencias definan.
Entonces ten la EXPECTATIVA de que esta comunicación mejorará cada día, conforme te enfocas diligentemente en el crecimiento interno. Sin estos dos requisitos previos esenciales, es difícil lograr cualquier cosa en la vida, incluso en el nivel físico. Estas dos cualidades son esenciales para el crecimiento interno. Así que establece una META para lograr contactar con el Ser Superior, revisa esa meta diariamente y mantén tu propósito con determinación hasta que el éxito sea tuyo.


2. Transforma Tu Visión del Mundo
Somos educados con una visión principalmente materialista del mundo, que niega el papel del Espíritu. Para establecer un contacto cercando con los reinos espirituales, necesitamos que todo nuestro ser - consciente y subconsciente - sea congruente con nuestra meta. En cualquier actividad o meta principal, tienes que establecer las reglas del juego y la forma como se juega. Contactar con tu Ser Superior es lo mismo. Por lo tanto, busca escritos o maestros que expandan tu comprensión del universo, fundamentalmente como un reino de Conciencia y Mente.


3. Soledad
Busca regularmente tiempo para ti, en el cual puedas estar totalmente solo. Es preferible un lugar tranquilo. Simplemente siéntate en silencio sin expectativas. No hagas NADA. Esto puede parecer muy incómodo y extraño al principio. Persiste. Le estás dando tiempo y espacio a la voz interna para que se haga escuchar. Lo hará ya sea durante ese tiempo tranquilo, o durante los eventos del día. Ocurrirá un evento sincrónico, alguien te dirá exactamente lo que necesitas escuchar, vas a obtener un destello de intuición. Todos los grandes genios de la historia se han dado un tiempo regular de soledad y silencio para sí mismos. Tú también deberías.


4. Meditación
En la meditación, trabajas para disciplinar a tu mente y para silenciar la charla interna que siempre la llena. Creas un recipiente puro para que lo llene el Ser Superior. Seguir tu respiración es una disciplina de meditación excelente, como lo es concentrarse en la flama de una vela. O visualizar una esfera dorada de luz en tu Plexo Solar que llena todo tu cuerpo con energía y curación. Hay muchas prácticas que puedes estudiar y usar.


5. AnotaRegistra tus sentimientos, emociones, sueños e intuiciones todos los días en un diario. Esto te ayudará a entrar en un contacto más estrecho con tus profundidades intuitivas. Puedes hacerle preguntas a tu Ser Superior aquí, y después registrar cualquier respuesta o intuición que recibas. Si haces esto regularmente con fe y expectativa, RECIBIRAS las respuestas que necesitas.


6. Diálogo InternoConduce un diálogo interno regular con tu Ser Superior. Durante los próximos 40 días, decide mantenerte en contacto todo el día. Dile a tu Ser Superior “Yo sé que estás allí y quiero conocerte y ponerte atención. Por favor comienza a guiar mi vida”. No te preocupes si este diálogo es enteramente en un solo sentido al principio. Recuerda que has estado fuera de contacto durante décadas. ¡Toma tiempo limpiar las telarañas! Persiste con este diálogo interno como si hablaras con un amigo, platicando, haciéndole preguntas, compartiendo tus esperanzas comienza a escuchar las respuestas. Llegarán.


7. Lecciones de la Vida
Ve la vida como una Escuela de Misterio. Cree que todos los eventos de tu vida, las situaciones y las personas, han sido estructurados PRECISAMENTE con el fin de enseñarte exactamente lo que necesitas saber ahora. ¡Toma la vida como si toda la creación estuviera conspirando para tu beneficio! Cuando algo suceda en tu vida, para bien o para mal, pregúntate cuál es la lección para ti. Incluso situaciones o personas desagradables han sido colocadas deliberadamente allí como un reto que te ayude a crecer. Al comenzar a ver tu vida como una obra en la que tú estás jugando el papel principal, el Ser Superior se volverá mucho más evidente en tu vida. Registra tus descubrimientos en tu diario.


8. SueñosEspera que tu Ser Superior te hable en sueños. Antes de dormir has algunos estiramientos y relaja tu cuerpo completamente. Pregúntale algo a tu Ser Superior y espera la respuesta. Cuando te levantes, recuerda lo que puedas de tus sueños y escríbelos en tu diario. Si no estás acostumbrado a recordar tus sueños, esto te tomará tiempo y persistencia. Sin embargo, con paciencia, comenzarás a recordar tus sueños Y recibirás respuestas de tu Ser Superior.


9. Conciencia
Enfócate en vivir más y más en el presente, en el AHORA. Cuando estés comiendo, sé consciente de que estás comiendo. Cuando camines, sabe que estás caminando. El único momento real es el ahora - el pasado se ha ido para siempre y el futuro todavía no ha llegado. Por lo tanto, trabaja en limpiar tu mente de preocupaciones, ilusiones y extrapolaciones. Limpia el desorden de la mente y crea un espacio para que lo llene el Ser Superior.


10. ¡Paciencia!
Recuerda, puedes haber pasado toda tu vida sin contactar tu interior. Por lo tanto, toma tiempo para aprender como restablecer contacto. Todo lo que vale la pena toma tiempo y práctica. Permanece vigilante y practica estos pasos cada día, y vas a recibir las respuestas que necesitas. Recuerda: El Ser Superior QUIERE estar en contacto. De hecho, el simple hecho de hablar de él como alguien separado de ti es contradictorio.


¡El Ser Superior eres TU! Tu verdadero Ser
Así que, ¡ponte en contacto CONTIGO!

18 mayo 2009

500

Quinientas suena fuerte, pero medio millar impresiona!


Gracias a todos y a todas.


500 personas en mi camino espiritual hasta la fecha de hoy.


500 personas a las que he acompañado.


500 personas con las que he crecido.


500 personas que han confrontado su vida y la han mejorado.


500 personas desde que decidiera tratar a personas fuera de mi círculo familiar hace cuatro años.


Abuelos de 78 años, bebés de 8 meses, embarazos, jóvenes "pasaos", mujeres arrinconadas, gente sana, gente dependiente, gente con problemas y gente problemática, gente deportista, gente atacada, gente "aliñada" por artes oscuras, gente en "tránsito", gente con enfermedad crónica, gente escéptica, gente religiosa, gente terminal, gente a distancia, gente profunda, gente hermética, gente "poderosa",... mucha gente.


No las he contado por afán clientelista. Es más, solo conservo el nombre de pila y las lecciones que debían aprender (tras mi sesión). Lo he hecho como bitácora para:


1) Corroborar mi correcto camino


2) Analizar al ser humano, este Ser temporal de superficie


3) Sintetizar en pocas patologías que son el común divisor de todos


4) Aprender y tener retina de diagnósticos


5) Tomar apuntes para mi libro


6) Amar


7) Dar Energía


No creo en el espacio tiempo, ni en la medida terrestre de las cosas... son inventos humanos para controlar lo que no se puede; sin embargo, para gran parte de la humanidad las cifras son valorables, por ello, les dejo esta cifra, 500, que no responde en absoluto a la intensidad de lo vivido. Se queda corta.


500 x muchas sesiones x muchas preguntas x muchas interpretaciones x muchos desbloqueos x muchas emociones x muchas respuestas x muchas soluciones = INFINITA FELICIDAD


Sigo y sigo mi camino. Sigo enseñando a curarse a quien quiera curarse.


Un día, una alumna mía de Reiki me preguntó: ¿Cuál es la diferencia entre un maestro y un alumno? Yo le respondí: solo hay una diferencia, que el maestro pregunta más que el alumno.


Un enorme deseo de amor para todos y todas, los que están, los que se fueron, los que nos rondan todavía, los que nos guían y los que habrán de venir.

Tu Silencio es el sonido de tu Creación

Habla simplemente cuando sea necesario.


Piensa lo que vas a decir antes de abrir la boca.
Sé breve y preciso ya que cada vez que dejas salir una palabra por la boca, dejas salir al mismo tiempo una parte de tu chi. De esta manera aprenderás a desarrollar el arte de hablar sin perder energía.


Nunca hagas promesas que no puedas cumplir. No te quejes y no utilices en tu vocabulario palabras que proyecten imágenes negativas porque se producirá alrededor de ti todo lo que has fabricado con tus palabras cargadas de chi.


Si no tienes nada bueno, verdadero y útil, es mejor quedarse callado y no decir nada.


Aprende a ser como un espejo, escucha y refleja la energía. El universo mismo es el mejor ejemplo de un espejo que la naturaleza nos ha dado porque el universo acepta sin condiciones nuestros pensamientos, nuestras emociones, nuestras palabras, nuestras acciones y nos envía el reflejo de nuestra propia energía bajo la forma de las diferentes circunstancias que se presentan en nuestra vida.


Si te identificas con el éxito, tendrás éxito. Si te identificas con el fracaso, tendrás fracaso.

Así podemos observar que las circunstancias que vivimos son simplemente manifestaciones externas del contenido de nuestra habladuría interna. Aprende a ser como el universo, escuchando y reflejando la energía sin emociones densas y sin prejuicios, siendo como un espejo sin emociones aprendemos a hablar de otra manera. Con el mental tranquilo y en silencio, sin darle oportunidad de imponerse con sus opiniones personales y evitando que tenga reacciones emocionales excesivas, simplemente permite que una comunicación sincera y fluida exista.


No te des mucha importancia, sé humilde pues cuanto más te muestras superior, inteligente y prepotente, más te vuelves prisionero de tu propia imagen y vives en un mundo de tensión e ilusiones.


Sé discreto, preserva tu vida íntima, de esta manera te liberas de la opinión de los otros y llevarás una vida tranquila volviéndote invisible, misterioso, indefinible e insondable como el Tao.


No compitas con los demás, vuélvete como la tierra que nos nutre que nos da de lo que necesitamos. Ayuda a los otros a percibir sus cualidades, sus virtudes y a brillar. El espíritu competitivo hace que crezca el ego y crea conflictos inevitablemente.


Ten confianza en ti mismo, preserva tu paz interna evitando entrar en la provocación y en las trampas de los otros. Si actúas de manera precipitada sin tomar consciencia profundamente de la situación te vas a crear complicaciones. La gente no tiene confianza en aquellos que dicen sí muy fácilmente, porque saben que ese famoso sí no es sólido y le falta valor.


Toma un momento de silencio interno para considerar todo lo que se presenta y toma tu decisión después. Así desarrollarás la confianza en ti mismo y la sabiduría. Si realmente hay algo que no sabes o que no tienes la respuesta a la pregunta que te han hecho, acéptalo.


El hecho de no saber es muy incómodo para el ego porque le gusta saber todo, siempre tener razón y siempre dar su opinión muy personal. En realidad el ego no sabe nada, simplemente hace ver que sabe.


Evita el hecho de juzgar y de criticar, el Tao es imparcial y sin juicios, no critica a la gente, tiene una compasión infinita y no conoce la dualidad. Cada vez que juzgas a alguien lo único que haces es expresar tu opinión muy personal, y es una pérdida de energía, es puro ruido. Juzgar es una manera de esconder sus propias debilidades. El sabio tolera todo y no dirá ni una palabra.


Recuerda que todo lo que te molesta de los otros es una proyección de todo lo que todavía no has resuelto en ti mismo. Deja que cada quien resuelva sus propios problemas y concentra tu energía en tu propia vida.


Ocúpate de ti mismo, no te defiendas. Cuando tratas de defenderte en realidad estás dándole demasiada importancia a las palabras de los otros y le das más fuerza a su agresión. Si aceptas el no defenderte estás mostrando que las opiniones de los demás no te afectan, que son simplemente opiniones y que no necesitas convencer a los otros para ser feliz. Tu silencio interno te vuelve impasible.


Haz regularmente un ayuno de la palabra para volver a educar al ego que tiene la mala costumbre de hablar todo el tiempo. Practica el arte de no hablar. Toma un día a la semana para abstenerte de hablar. O por lo menos algunas horas en el día según lo permita tu organización personal. Este es un ejercicio excelente para conocer y aprender el universo del Tao ilimitado en lugar de tratar de explicar con las palabras qué es el Tao. Progresivamente desarrollarás el arte de hablar sin hablar y tu verdadera naturaleza interna reemplazará tu personalidad artificial, dejando aparecer la luz de tu corazón y el poder de la sabiduría del silencio.


Gracias a esta fuerza atraerás hacia ti todo lo que necesitas para realizarte y liberarte completamente. Pero hay que tener cuidado de que el ego no se inmiscuya. El poder permanece cuando el ego se queda tranquilo y en silencio. Si tu ego se impone y abusa de este poder, el mismo poder se convertirá en un veneno, y todo tu ser se envenenará rápidamente. Quédate en silencio, cultiva tu propio poder interno.


Respeta la vida de los demás y de todo lo que existe en el mundo. No trates de forzar, manipular y controlar a los otros. Conviértete en tu propio maestro y deja a los demás ser lo que son, o lo que tienen la capacidad de ser. Dicho en otras palabras, vive siguiendo la vida sagrada del Tao.


Este artículo lo dedico a mi Amore
 ¡El día que uno calla... empieza a hablar!

14 mayo 2009

La buena suerte, ¿sicología o economía?

¿Hablamos de pensamiento/actitud o de dinero/aptitud?


La buena suerte es psiconomía; o dicho de otra manera: la administración desde el alma. Una administración que integre los valores y la conciencia en la Vida (con mayúsculas porque es la global), en tu vida y sobre todo en el mundo empresarial.


La psicología crea la economía y los problemas del mundo económico son fruto de las carencias psicológicas del individuo y del mundo empresarial.


Todo proceso económico no es más que la manifestación de un conjunto complejo y sistémico de procesos psicológicos conscientes e inconscientes. Además la salud o la patología de los miembros que gobiernan cualquier sistema humano, desde una familia hasta una sociedad, la llevan al triunfo, cuando hay dirigentes sanos, y al fracaso, si sufren patologías.


¿Tenemos crisis o es una oportunidad?
Todo proceso de crecimiento ideológico, personal o empresarial, pasa por una ruptura, una crisis en su sentido etimológico. Si no eres capaz de gestionar estas situaciones que te presenta la vida con una postura existencial basada en actitudes positivas, reactivas, preactivas, y generosas, no podrás crear tu propia buena suerte.


Así para conseguir tener buena suerte, puedo ofrecerte 10 buenos consejos:


1) Es necesario crear uno mismo su buena suerte. La suerte en general no dura mucho tiempo, pero si hablamos de la buena suerte, la que nace de la responsabilidad sobre la propia vida, ésa dura siempre, porque la creas tú mismo. Se hizo un reportaje en el programa Informe Semanal de Televisión Española en el que se entrevistaba a varias personas a las que les había tocado la lotería. 10 años más tarde se les volvía a entrevistar. El 90% de los premiados estaban arruinados o peor que antes, y además, peleados con sus familias.


2) Hay mucha gente que quiere tener buena suerte, pero pocos los que deciden ir a por ella. Siempre hay más gente dispuesta a invertir en los juegos de azar que la que se propone trabajar para sacar una idea adelante y que con ese esfuerzo, prospere.


3) Es fundamental fijarse y aprender de los errores. Si ahora no tenemos buena suerte, tal vez sea porque las circunstancias son las mismas de siempre. Para que aparezca la buena suerte es conveniente crear nuevas circunstancias y lo mejor para ello es fijarse en los errores. El error es la base del cambio y eso es importantísimo. Charles Darwin, por ejemplo, siempre llevaba una libreta encima para anotar todo aquello que no le cuadraba. Sabía que, de lo contrario, el subconsciente haría que lo olvidara. Darwin entendió que inspirándose en el error podría conseguir su objetivo. De esta libreta salieron las ideas de su libro “la evolución de las especies”.


4) Se debe ser generoso. Preparar las circunstancias de la buena suerte no es buscar únicamente el beneficio propio, es también crear circunstancias para que otros también ganen, así se consigue atraer la buena suerte. Éste es uno de los principios más importantes, porque cuanto más das, más recibes, es como el efecto ‘boomerang’”, o la ley de la causa y el efecto.


5) No debemos dejar nada para mañana. Dejar la preparación de las circunstancias para otro día puede hacer que la buena suerte quizá nunca llegue. Para crear circunstancias que favorezcan la buena suerte se requiere dar un primer paso y ser proactivo.


6) Debemos buscar en los pequeños detalles, en las circunstancias aparentemente innecesarias pero imprescindibles. Es lo que le pasó a Alexander Fleming. El moho lo habían visto todos sus colegas, pero él fue el único que lo puso en el microscopio. Pocos años antes de morir, aseguraba que no había hecho nada y que su único mérito fue no ignorar aquella sugerente capa de moho. Los grandes genios han sido aquellos capaces de hacer algo nuevo con lo que era evidente


7) No debemos preocuparnos por el azar. A los que sólo creen en el azar, crear circunstancias les parece absurdo. A los que crean circunstancias el azar no les preocupa.


8 ) Nadie puede vender suerte. La buena suerte no se vende. Ahí está la lotería: la probabilidad de que te toque es casi cero. Cada tres o cuatro semanas hay alguien que consigue mucho dinero, pero piensa en la cantidad de gente que ha jugado.


9) Es necesario ser paciente y perseverante. Para que la buena suerte llegue debemos confiar y tener fe en lo que estamos haciendo. La fórmula mágica para nosotros es: imaginación por deseo igual a realidad. El inconsciente no diferencia lo que es real de lo que no lo es. La imaginación es inmediata, imaginar da mucha energía y activa los mecanismos de percepción selectiva que te llevan a que aquello sea más fácil que se produzca. Además, la fe tiene mucho que ver con la capacidad de anticipar el resultado.


10) La oportunidad siempre está ahí. Crear buena suerte es preparar las circunstancias para la oportunidad, pero la oportunidad no es cuestión de suerte o azar: ¡siempre está ahí! El mundo está lleno de oportunidades pero, claro, hay que buscarlas. Si no estás preparado, las circunstancias son neutras, pero si lo estás y tienes el coraje de dar un paso adelante estamos convencidos de que hay muchas más oportunidades que amenazas, la cuestión es dar el paso y romper la frontera, que muchas veces está definida por el miedo al fracaso.


Termino este artículo con un comienzo para tu buena suerte: "Sé tú mismo el cambio que quieres en el mundo"

16 abril 2009

Aceptarse viene del verbo ser honrado

La aceptación es el ejercicio más fácil pero que más personas catean. Es algo que está presente a diario en tu vida. Algo que te hace engrandecerte, evolucionar, madurar, crecer, ser, y en definitiva: amar.


¡Ámate! "El amor es la decisión de luchar por un espacio de libertad para que alguien decida lo que más le apetezca aunque no sea lo que a mí me conviene".


Yo vivo permanentemente en la aceptación, me encanta, deseo que suceda nuevamente con otra lección, dispuesto a conocerme, más aun si cabe y a vivir la experiencia.


Para mí, la aceptación tiene dos fases para tomar conciencia:


1) Aceptar que la aceptación va a estar presente en tu vida como el “espejo” de cada mañana al lavarnos la cara


2) Experimentar, sin negación ni rechazo, que un hecho es un hecho y confrontarte a él


Una vez superes esas dos fases, es tu momento: elige qué hacer.


La fase 1) aparece a muy temprana edad en tu vida terrenal; y la 2) está latente en tu alma hasta después de muerto, ya que de lo no aceptado te volverás a examinar.


Cuando digo que aparece en la vida a temprana edad, me refiero a que los “brotes” empiezan desde muy pequeñito. Con simples lecciones como: debo aceptar que mis padres no puedan comprarme juguetes cada vez que salimos a pasear por el centro; sigue cuando con 16 años empiezas a pandillear y debes aceptar volver a casa el sábado por la noche a la hora que te digan tus padres; continua con etapas de amistades, emocionales, sentimentales, profesionales, etc. hasta llegar a aceptar tu propia muerte.


La mayoría de las personas son muchas veces todas las cosas que señalan a los otros; y no sólo las malas, sino también las buenas. Qué bueno sería que se hicieran cargo de que yo soy las cosas que el otro ve en mí, y también las cosas que yo digo de los demás. Conocerse es adueñarse de todas estas cosas que cada uno de nosotros es en mayor o menor medida.


Ahora bien, debemos saber todas esas cosas no sólo estáticamente, sino también para después construir con ellas lo que sigue, que es aceptarse. Aceptarse no quiere decir resignarse, dar algo por hecho y dejarlo en ese lugar, sino tomar conciencia del punto de partida de las cosas. ¿Cómo puede una persona curarse si primeramente no acepta que está enferma? Aceptarse es perder la urgencia y el enojo porque las cosas son como son. Aceptarse es no enojarse con la realidad. Si me enojo, no construyo. Quien está enojado está irritado. Es decir, la persona enojada está tensa y contesta destempladamente; y, además, esa "basurilla en el ojo" le impide ver con claridad.


Por tanto, la persona que acepta está en condiciones de hacer lo necesario para empezar a cambiar. Paradójicamente, aceptar es poder empezar a cambiar; y no aceptar es quedarse con la idea de que, aunque algo no puede ser, tampoco hay por dónde empezar a cambiar. Quien de verdad quiere crecer y desarrollarse, debe aceptar la realidad tal como es.


El agua forma ¾ partes de nuestro cuerpo físico, por tanto necesitamos tomar agua y somos mucha agua. Bien. Agua es igual a H2O. Es decir, dos Haches + una O. O lo que es lo mismo, Honestidad y Humildad + Osadía. Aceptarse es H2O.


Honestidad: las cosas son como son, dejar de mentirte y engañarte, y de engañar a los otros. Debes enfrentarte con la verdad.


Humildad: si quieres crecer, vas a tener que agregar humildad a tu vida, saber que tienes tus capacidades y tus discapacidades, saber que tienes lados flacos, que tienes que poder pedir ayuda y aceptar que te equivocas, debes aceptar humildemente que necesitas de los otros.


Osadía: hay que tener el coraje de confrontarse con lo que la vida te enfrente, la valentía de no salir corriendo, de no dejar la tarea difícil en manos de otros. Debes aprender a hacerte cargo de tu vida.


Esta agua así formada (humildad, honestidad y osadía) es lo que cada uno necesita para conocerse, saberse y aceptarse tal como es. Dice la Biblia dos cosas que suelen ser tomadas como contradictorias. En un lugar, la Biblia dice "sólo se ama aquello que se conoce". En otro lugar, la Biblia dice "sólo se conoce aquello que se ama". Yo apostillo que son la misma cosa: conocer.


Verdaderamente termina haciendose amar lo que se conoce; y amar verdaderamente hace que se conozca lo amado. Por tanto, habrá que dejar de tener miedo, porque el camino de conocerse y de aceptarse llevará a la persona a valorarse, a tener ciertas cuotas de sano amor propio, un amor desde el cual saldrá el amor por los demás.


Alguien puede pensar que estoy haciendo apología de la mezquindad, del individualismo y de la egolatría. Como terapeuta sé que mi amor por los demás se puede nutrir solamente del amor que yo he aprendido a tener por mí. Pensar que alguien que se quiera a sí mismo no puede querer a los demás es pensar que nuestro amor tiene una cuota limitada, es creer que, si uno tiene dos hijos, no puede tener tres porque deberá restar amor a los dos primeros para dárselo al tercero. Todos sabemos que eso no es verdad. Nuestra capacidad de amar es infinita.


Por lo tanto, hay espacio para quererse, cuidar y ocuparse de uno. Sólo queriéndote podrás saber que eres protagonista de tu vida, te guste o no. Cuando te enteres de ello podrás aceptar que, además, tienes una importante participación en el guión de esa película. Cada uno es corresponsable de todo lo que le pasa. Quiero decir que, si bien es cierto que no se es el único responsable, siempre hay un pedacito de responsabilidad, aunque el porcentaje varíe; y hace falta que esto se asuma porque, si es así, también se asumirá que se es cómplice de lo que sucede, y, por tanto, nos daremos cuenta no sólo de la responsabilidad que tenemos, sino también del poder que ejercemos sobre nuestra propia vida, y no sobre la de los demás. Dejemos que cada uno sea responsable de lo que hace y de lo que dice, y también de lo que no hace ni dice. Hagamos que cada uno sea dueño de sus sentimientos.


Ahora bien, aviso que nadie llega a la felicidad en soledad. Nadie llega a ser feliz sin haber podido compartir algo con otro. Es muy poco probable ser feliz si nunca se ha tenido un compañero o una compañera de ruta, un guía a ratos, un maestro alumno, un yo paralelo. De todos modos, también debo aclarar que nadie pertenece a nadie. No me gustan las relaciones de pertenencia; me parecen mejor las relaciones de compañía –una gran palabra, además, puesto que "compañero" significa etimológicamente "el que comparte el pan"–.


No me gusta que me carguen con responsabilidades que no me correspondan. Siempre digo que hay que tener cuidado con esa gente que se acerca y nos dice lo que más nos gusta oír, como por ejemplo: "¡Me haces tan feliz!". Si el otro –sabiendo que es mentira– responde para devolver la misma moneda algo parecido a "tú a mí también", no se dará cuenta de la trampa en la que estará cayendo en ese preciso momento.


Yo conozco gente así. Se cruzan a diario en “mis” pasillos. Viven en el engaño multidireccional. Se creen ungidos de divinidad y poderío, y en el fondo son gente mezquina, mediocre, cobarde, cotilla, codiciosa, envidiosa, acomplejada, farisea, traidora, limitada, “encu/orvada”, tildada, miedosa, inútil, dependiente, aborregada, sectaria, rancia, aislada “en comandita” (como los lobos, si no fueran en grupo no sobrevivirían)… y así hasta… hasta que se refleja en sus caras y cuerpos. Son hasta feos y feas, nada atractivos, y más bien, propensos a enfermar muy a menudo. Ya lo dije en anteriores post: la enfermedad son lecciones que te niegas a aprender y asuntos que rehuyes, sobre todo de ti mismo.


Toda la historia de la humanidad está plagada de ejemplos de seres humanos que no han permitido a otros seres humanos ser ellos mismos, por ser diferentes a la mayoría o por tener otras preferencias, o por reclamar sus derechos, han tenido que ocultarse o padecer persecución; en todos los casos esos que son diferentes al resto son pocos, son minorías y por tanto no pueden tener el poder para defenderse de los ataques de la mayoría que no acepta que haya gente diferente a ellos, que piensen de otra manera o que tengan otras creencias. Pregúntale a dictadores, a la iglesias del mundo, a cortijeros jerezanos, a …


Muchos de los que han pretendido ser ellos mismos han sido asesinados, perseguidos, encarcelados, castigados, avergonzados o discriminados. Uno de los que recuerdo ahora es Sócrates, que fue perseguido, encarcelado y asesinado por causa de sus enseñanzas. Sócrates es uno de los ejemplos más contundentes de lo que puede suceder a un ser humano que se anima a ser el mismo.


Sócrates sentenciaba: “Si te conoces te vuelves poderoso”. El poder está dentro de ti.


Ya sabemos que le envenenaron porque, según le juzgaron, corrompía a los menores diciéndoles que sean ellos mismos, que se conozcan en profundidad y que se animen a ser aquello que sientan ser. El dato muy significativo para mí en la vida de Sócrates es que cuando el juez tuvo que comunicarle la decisión judicial de que sería envenenado se encontró cara a cara con él, y pudo ver algo en Sócrates que le hizo dudar de la decisión, incluso tuvo una actitud de querer revertir esa decisión de matarle. Ese juez estaba viendo a un hombre sincero, inocente, sencillo y hasta infantil, no había cometido ningún delito ni había hecho daño a nadie jamás, y esa fue la causa que hizo apelar a Sócrates ante el tribunal.


Sócrates pregunto: ¿Qué crimen he cometido?


Evidentemente no había cometido ningún crimen, no había ningún cargo justo en su contra y aun así lo condenaban a muerte, entonces el juez se acerco al oído de Sócrates y le dijo: tu crimen es que eres una persona natural, pero esto no puedo decirlo en público porque, si no pueden perdonarte a ti tampoco me perdonaran a mí, nos matarán a los dos. Tú eres la prueba de que los hombres pueden ser inocentes, sinceros, inteligentes, vitales, felices, que se puede ser uno mismo, pero no es justo que mueras, por lo que te voy a dar tres alternativas:


la primera seria que te marchases de Atenas, fuera de Atenas las leyes no podrán condenarte, incluso fuera de Atenas podrías abrir la escuela que anhelas abrir para enseñar a la gente a ser ella misma, todos los que te aman y te siguen se irían contigo a donde fueses. A lo que Sócrates le contesto: Esto sería una cobardía. Además, tarde o temprano tendré que morirme, prefiero hacerlo en el mismo sitio en donde nací, pero no estoy dispuesto a huir. Ya he vivido bastante y no temo a la muerte, además las futuras generaciones de jóvenes me recordarían como un cobarde que huyo de Atenas por miedo a la muerte. Por tanto lo siento, pero no me marchare de Atenas, gracias por la opción que me dá.


¿Cuál es la segunda opción? El juez le dijo, la segunda opción es que dejes de enseñar lo que enseñas, podrías quedarte en Atenas y no huir, pero tendrías que comprometerte a no hablar más de tu verdad, tendrías que dejar de hablarle a la gente sobre su necesidad de ser sinceros y auténticos. Sócrates dijo: esta opción es más imposible que la anterior, me lo pones más difícil, me estás pidiendo que deje de hacer lo que siento, y eso es imposible, me estás pidiendo que haga algo que va en contra de mi Ser, ¿Cómo voy a actuar en contra de mi mismo? ¿Qué sentido puede tener mi vida si no puedo florecer con todo mi potencial? Y añadió Sócrates: cuando la flor florece su fragancia llega a todos aquellos que puedan olerla, continuaré hablando de mi verdad y provocando a la gente para que sea natural y no sean hipócritas.


El juez se lamentó mucho y le dio la tercera opción, le dijo: entonces acepta el veneno, acepta la condena porque la mayoría dice que tu sola presencia es corrosiva y que corrompe a la juventud. Sócrates respondió: Esta opción si la acepto, no hay ningún problema con que haga esto, aceptaré el veneno con gusto, he vivido en la gloria absoluta y me moriré con una causa digna, siendo yo mismo. Moriré in crecendo.


Hay otra mentira muy extendida que consiste en pensar que queremos que la persona cambie por su bien. Se suele expresar de esta manera: "Él es tan maravilloso que, si cambiara estos dos o tres detalles, sería perfecto. Y yo quiero ayudarle a que sea perfecto". Sin embargo, no funciona, y casi resulta más económico buscar a otra persona que ya haya cambiado. Y sobre todo, somos incapaces de vernos a nosotros mismos en esa situación.


- Si algún@s aceptaran…


- Si algún@s aceptaran que no tienen la preparación profesional “justa y cabal” (como decimos en mi pueblo), tendrían la honradez, humildad y osadía de renunciar al cargo que otra les brindó y que ell@s nunca ganaron por sí.


- Si algún@s aceptaran que no saben integrarse en el pueblo y la sociedad que les ha tocado vivir, tendrían la honradez, humildad y osadía de dar paso a un@ paisan@ que sí es de la tierra y que podría integrarlos.


- Si algún@s aceptaran que no saben hablar en público y que lo evitan, tendrían la honradez, humildad y osadía de permitir la palabra a quien le pertenece.


- Si algún@s aceptaran que la ira les abunda, tendrían la honradez, humildad y osadía de dejar de ver espejismos de cólera en los demás y aprenderían a amar.


- Si algún@s aceptaran que el poder reside en quien te lo otorga y no te pertenece, tendrían la honradez, humildad y osadía de minimizar la talla de su ego hasta la -xxxxxs-.


- Si algún@s aceptaran que existe la democracia y libertad de expresión, tendrían la honradez, humildad y osadía de ... bueno, mejor te lo explico con una excelente pintada que una vez ví en el paseo marítimo de Cádiz, decía así: “Si existiera la democracia y la libertad, yo no estaría pintando paredes”.


- Si algún@s aceptaran que las personas inteligentes se rodean de personas más inteligentes que ellas, tendrían la honradez, humildad y osadía de ser más listas aún.


- Si algún@s aceptaran donde “están”, tendrían la honradez, humildad y osadía de ser.


Aceptarse es vivir con la muerte. Además, si sucede que el otro o la otra toman una dirección diferente de la nuestra, o decide que no quiere más nuestra compañía o, por desgracia, fallece antes de que yo pueda aceptarlo, vamos a tener que hacer algo más si queremos ser felices. Vamos a tener que aprender a dejar atrás aquello que no está; no se puede ser feliz cargando la dura mochila de todo aquello que ya no está con nosotros, ni se puede reconquistar la felicidad si seguimos anclados a algo que alguna vez tuvimos y hemos perdido, a alguien que alguna vez fue la persona que más quisimos y que se murió, que nos ha dado todo lo que nos ha dado y que hoy no está con nosotros.


Aceptarse no es tener curva plana de electrocardiograma, sino potenciar los “picos” de la curva de tu vida. No es meta, sino salida.


Yo conozco a 7 personas que se conocen muy bien, que se aceptan…yo entre ellas.


Aceptarse no es conformismo, es saber quien soy, para ser más y seguir siendo TU mismo.

03 abril 2009

Nada es por casualidad

La casualidad es una causa ignorada.


Este artículo quiere rendir homenaje a quienes me enseñaron a aprender y de quienes aprendo enseñando. Y lo primero que tuve que aprender es que: nada es casual todo es causal. Lo sé hace muchos años, lo defiendo a los cuatro vientos y lo escribo por primera vez; quizás, porque en estos momentos hay una persona resultado de muchas personas, que lleva mi pensamiento a los dedos de mis manos y más amor a mi corazón.


Lo primero que te aconsejo hacer es preguntarte: ¿Tienes problemas de verdad?
Esa pregunta es odiosa en todo su conjunto; en el hecho de tenérsela que preguntar uno, en el hecho del uso de la palabra problema y en el hecho de unirla al verbo tener que te induce inconsciente y conscientemente a que es tuyo. La palabra “problema” nunca debería haber existido. Hay vocablos que atraen más vocablos, y predisponen a situaciones y pensamientos negativos; y uno de ellos es la palabra “problema”. Yo prefiero usar la palabra oportunidad, lección, o si te viene mejor resumirlas en otra que es mejor todavía: experiencia.


Un problema: es una situación que ofrece dificultades, que deben ser acometidas para obtener resultados; es una situación inestable y peligrosa que requiere decisión. Y de partida te predispone a sensaciones negativas.


Una experiencia: es una participación activa en actividades, eventos, situaciones que provocarán el crecimiento personal acumulando conocimientos, destreza, habilidades y nuevas aptitudes (con -p-).


Aparentemente ambas definiciones hablan de lo mismo, y se basan en una actitud (con -c-); sin embargo, una se centra en conceptos más negativos, y la otra, te anima con solo leerla.


También he de decirte que nunca se tiene más de un problema. Solo hay uno. Y según lo vivamos, así actuamos con el resto de situaciones. La solución radica en averiguar cuál es tu principal problema. Es difícil encontrarlo, porque todo el mundo lo que siempre hace es buscarlo fuera de uno mismo, ya que automáticamente como acto reflejo defensivo buscamos fuera al culpable. Pues bien, nunca está allí; siempre está dentro de ti.


El problema no es por ejemplo el comportamiento de tu madre, sino la manera en que ello te afecta. Tú para defenderte, actúas de determinada forma que te provoca malestar, y ese malestar lo terminas llevando a todos los planos de tu vida. Por ello, hay gente que dice: tengo problemas en el trabajo, con mi hijo, con mi pareja, con el banco, con mi coche, de salud, etc etc… Eso es mentira. Solo tienes una respuesta errónea a una experiencia que no quieres arreglar, y eso te afecta al resto. Hay que ser suficientemente honrada para reconocer esa cuestión y valiente para resolverla. Y si no se sabe como, dejar el orgullo y analfabetismo al lado, y pedir ayuda a quien nuestro corazón elija. Y esa persona que elijas no tiene porqué ser alguien habitual en tu vida, ni alguien con amistad, ni alguien cercano, ni nada… y ni tampoco tener el compromiso de que ese alguien esté para toda la vida. Si pides ayuda, el Universo te la pondrá en el camino. Utilízala y no pienses más allá. Su cometido es ese por un tiempo. Y tampoco tengas miedo a expresar, sentir, desear, etc ya que esa persona viene a desbloquearte siendo tu espejo. Tan simple como eso.


Entiendo que ciertas situaciones te den la sensación de ser problemas a priori, por ejemplo al decirnos: Yo tengo problemas de dinero, la gente no me comprende, no tiene solución, tengo problemas de sobrepeso, no tengo trabajo, no encuentro mi pareja ideal, tengo un problema con un familiar… Pues bien, no son problemas y además esas situaciones no están ocurriendo al azar, ni en sí mismas, ni al escogerte a ti como “sufridora” de las mismas. Esas situaciones las creas tú.


La casualidad es una causa ignorada.


Paso a explicarte y te ayudo con ello, a transformar el “problema” en una “experiencia”.


Lo primero que tienes que hacer es ACEPTAR que lo que está ocurriendo es fruto de tu propia creación. Lo que pasa es fruto de una creación no consciente. No pretendo que pienses en que todos somos masoquistas, sino que pienses que experimentamos lo que pensamos la mayor parte del tiempo. Alimentando pues pensamientos de fracaso, duda, temor, negatividad, desesperanza, etc. los atraemos a nuestra vida; y por eso terminan ocurriendo.


Te pongo un ejemplo. Si una persona se va de vacaciones y se lo pasa en grande, al regresar se lo cuenta a cinco personas. Si una persona se va de vacaciones y le sucede todo mal, al regresar se lo cuenta a quince personas. Es decir, mover energía con pensamientos negativos es más fácil que moverla con pensamientos positivos. Y te lo explico: Expresiones tales como “el hombre es bueno por naturaleza” estamos hartos de escucharlas. Expresiones judiciales tales como “es inocente hasta que se demuestre lo contrario” estamos hartos de escucharlas. A eso me refiero. Nosotros, los seres humanos (recuerdo que un SER es: cuerpo, mente, emociones, sentimientos y espíritu) somos puros, somos energías puras, y nos pasamos cada una de nuestras vidas contaminándonos de impurezas que tenemos que resolver continuamente. Para que te quede más claro. Si coges a un artista que talla en madera, te dirá: yo no soy artista, no creo nada, lo único que hago es quitar los trozos del árbol que sobran para sacar a la luz la figura que hay dentro. A eso me refiero. Estamos siempre en una frecuencia de pensamiento erróneo, de emociones confundidas, de sentimientos reprimidos, de destellos del exterior que nos calan hasta nuestros centros. Parad en la calle hoy a diez personas. Preguntadles si son ellos cada día, si ellos se dejan ser ellos, si se sienten libres ante los demás y si esa certeza la conservan las 24 horas del día. Os aseguro que muy muy muy pocos os dirían SI.


Lo que te quiero decir con todo esto es que dedicamos muchos momentos del día a estados de “hipotensión”, es decir, de falta de energía vital, porque vivimos y revivimos muchas cosas negativas. Por ello, el solo hecho de pensar que tienes problemas, terminarán por suceder, agravarse y nacer otros nuevos problemas. Un minuto en la mente de una imagen negativa vale por miles de minutos de sucesos negativos en nuestras vidas. Mira a tu alrededor, hay más gente pensando en lo que no quiere que le suceda en su vida, que aquellas que saben lo que quieren. Por ello, el Universo te devuelve lo que tú piensas.


Hay que convertir un problema en un proyecto, en un desafío, en definitiva, en una EXPERIENCIA.


Mucha gente te dice: sí, si yo sé lo que me pasa, si yo lo tengo claro, si…, es decir, lo han confrontado, se han mirado al espejo y se ven así. Bien, ok. Pero no se aceptan. Es decir, no pasan a convertir ese suceso en una experiencia positiva, puesto que no saben lo que quieren. Se centran más en el “no quiero perder mi trabajo”, que en pensar en “valorar su trabajo y pensar mantenerlo e incluso ascender”.


La casualidad es una causa ignorada.


Nada es por casualidad. Ningún suceso ocurre al azar. Ni una caída tonta, ni un latigazo cervical conduciendo, ni una pérdida de dinero, ni una mala relación sentimental… todo eso es fruto de acumular cosas que estábamos haciendo mal, hasta que rebosa y aflora ese “problema”.

A partir de ahora, no mencionaré más la palabra “problema”. Solo experiencias. Y te hablaré de las que la mayoría de la gente tiene permanentemente en la cabeza: DINERO, COMUNICACIÓN, PAREJA Y SALUD


DINERO
Es espíritu condensado en materia. Se obtiene en el banco de la ley de la prosperidad. Con este elemento material es fácil tratar. Dá y recibirás siete veces. Pensamientos de prosperidad generan prosperidad. Hazlo voluntariamente y desde el corazón. Y recibirás. Esta regla te hará próspero y afortunado; ahora bien, que no te pierda el lucro, porque acabará contigo. Alejandro Magno, conquistador de toda la Tierra, lo hacía para traer el mundo a los pies de su madre. Pues bien, llegando el día de su muerte, pidió un último deseo: que lo enterraran con las manos fuera del ataúd. Con ese gesto quería que todo el mundo supiera que se iba de este mundo al otro con las manos vacías, ya que todo lo material que conquistó no le sirvió para nada. Así se hizo, así lo enterraron.


COMUNICACIÓN
En el 99,9% de las personas que hasta ahora he tratado esta es la asignatura común pendiente. Y esa estadística seguirá manteniéndose “un rato” más. Os lo aseguro. La comunicación no se mejora con más aparatos como el móvil o sistemas como internet, Messenger, etc. La comunicación es más que un soporte. La comunicación es la intención de conectar, de vivir en comunidad y contigo misma. La gran mayoría de los fracasos matrimoniales radican en que nunca se comunicó lo justo.


Si tienes problemas de comunicación haz una lista con ellos. Date primero permiso a ti misma por tenerlos. Después piensa que casi todo el mundo no tuvo en casa a nadie que nos enseñara a comunicarnos. Siguiente paso: no te critiques. No juzgues a nadie por esa carencia. Ni tiendas a compararte con nadie. Luego piensa que según Lao Tse, un largo camino empieza con un simple paso. Tómate tu tiempo. A solas. Analiza. Escribe. Contrasta. Empieza por admitir esos miedos a comunicarte y con quién tienes miedo a comunicarte. Una vez tengas claro (escrito) cuáles son tus miedos, qué tienes miedo a expresar y con quién tienes ese conflicto de comunicación, actúa. ¿Cómo? Date el permiso de que en este momento no eres capaz de pasar a la acción; bien, pero, lo más importante, comprométete contigo misma que tan pronto tengas la respuesta actuarás; aunque te coman los nervios.


PAREJA
En este sentido recuerdo un artículo de una señora chilena llamada Leonora Calderón y dedicado a su abuela Lola Hoffman, defensora desde mediados del siglo XX de los derechos eclipsados de las mujeres. Ella decía que ningún ser humano es propiedad de otro ser humano, y que hasta que el ser humano no aprendiera a vivir su individualidad, no podría vivir en sociedad. Es decir, pronosticaba el inmenso número de divorcios a nivel mundial. Y es cierto. La gente no se conoce. La gente vive con sus padres y familia en sus casas. Luego salen de esa casa para meterse en otra con otra persona, su pareja. Luego esa persona se divorcia y se vuelve a buscar cobijo entre su familia. Entonces, yo me pregunto ¿Cuándo coño has estado tú solo? ¿Cuándo has vivido contigo mismo? ¿Cuándo? Es decir, si no sabes lo que necesitas, como vas a averiguar lo que necesita tu pareja. Y es cierto. Cada día hay más divorcios. Y en mi ciudad, en menos de 3 años alcanzaremos el porcentaje del 50% de parejas que no estarán juntas, y que aguantan menos de 2 años de convivencia. Es fuerte, pero es así. Aquí, en la zona baja de la baja Andalucía, todavía se heredan las actitudes arcaicas. Se consagran en matrimonio como norma de higiene social, pero no de forma consciente, deseada profundamente y en plenitud de comunicación con tu pareja. Que me digan si me equivoco. Y quien me lo diga, que me explique el 46,3% de divorcios actuales, que me lo explique. No podrá. No sabrá. No tendrá ni idea.


Con la pareja debes preguntarte a ti misma: ¿esperas demasiado? Eso es tener pensamientos irreales. ¿Confundes roles? ¿Qué te faltó en el pasado que quisiste sustituir con tu pareja? A veces, la figura de un padre, a veces el amor de una madre, a veces, la compañía de tu hermano, a veces la complicidad de una amiga, a veces la inteligencia de una jefe… Eran necesidades primeras de etapas anteriores, y buscas encontrarlas en tu pareja. Quizás lo que aspiraste para ti y que nunca alcanzaste. Piensa que si esa persona te llena, te debe llenar desde el respeto, la libertad, tu espacio, su proactividad, su amor, entrega sin condiciones, … nadie es dueña de nadie… ni siquiera de ti misma. Te dieron un día la vida y se te acabará otro. Así pues, no podemos ser propietarias de nadie, ni de tu pareja. La mayoría de las dificultades de parejas radican en los secuestros emocionales y la falta de amor que confunde roles. Si hay amor, la pareja vivirá de por vida. El sentimiento nace y es inmortal.


A mi alrededor, observo varias hembras familiares y en varias direcciones. Están sentimentalmente muertas; y con parejas por sistema social o por secuestro espiritual. Y digo bien, secuestro espiritual y/o/u "aliño" convencional... con el dinero que les habrá costao. En ellas y sus relaciones, no hay mirada, hay ceguera. No hay conexión, hay chispazos. No hay obra, hay teatro. No hay pasión, hay compasión. No hay atención, hay distracción. No hay contenido, hay contexto. No hay espontaneidad, hay guión familiar. No hay conversación, hay comentarios. No hay detalles, hay copias. No hay sexo, hay pajas mentales. No hay amor, hay chantaje emocional. No hay cariño, hay "araño". No hay día a día, hay inercia. No hay pareja, hay compañía. No hay sinceridad, hay silencio. No hay proyecto de vida, hay compaña hacia la muerte. No hay manos, hay puños. No hay palabras, hay gritos. No hay gustar, sino disgustos. No hay nada, hay menos todavía. Ellas buscan y tienen el amor fuera, porque no lo tienen dentro. Y ¿sabéis lo que pasa?, que como son hijas de padres iguales, todos se sienten en la misma sintonía, viviendo en el error de por vida, en la conciencia que le persigue y los cuerpos que lo manifiestan; y como lo manifiestan… Como decía la bulería de Manué de Lole y Manuel: “… esos muertos parlantes…”


No busques pareja hasta que no sientas amor. No lo precipites porque te confundirá. No confundas amor con emociones, afectividad, cariño, comprensión, compañía, amistad, etc… Mientras no sientas amor, disfruta de la vida y aprovecha tu individualidad. Ámate a ti primero. Pide para ti. Y cuando lo logres, te aparecerá tu pareja.


SALUD/ENFERMEDAD/SOBREPESO
Te animo a que leas mi anterior artículo: cúrate.


Así, resumiendo un poco. Nada es por casualidad. Tienes lo que tienes. Bien sea porque lo pidas a la vida, bien sea porque como ocultas lo que quieres de verdad, la vida te lo dá. No manejamos el universo y tú perteneces al universo. Y el universo te da lo que provocas y lo que rehuyes.


Como habrás observado, a lo largo de este artículo he repetido intencionadamente la siguiente sentencia: La casualidad es una causa ignorada. Y ahora que acabo estas líneas y te dejo contigo misma, esas frases repetitivas, de seguro que te estarán trayendo respuestas, conclusiones, emociones y sentimientos. Toda una experiencia!


Me despido de ti hoy, diciéndote, que por algo llegaste a este blog (ejemplo: por algo entraste en Google, buscaste X palabra, entraste a mi blog y ahora lees esto)... vete tú a saber porqué... ¿por casualidad? NO


¡Feliz cumpleaños Pablo!

22 marzo 2009

Cúrate!

Si tuviera que darle un único sentido a mi vuelta al mundo sería este: cúrate!

Solo por conocer al ser humano en todas sus expresiones, razas, culturas, creencias, sonrisas y sabiduría de pueblo, ya merece la pena dar la vuelta al mundo. Pero yo, añado una más: curarse.

Este viaje, esta vuelta al mundo será una distancia más en el viaje que hago a diario tratando a personas y enseñándolas a curar y a curarse.

Curarse, verbo reflexivo que rima con amarse, quererse, aceptarse, respetarse, confrontarse y activarse. Esencias todas ellas de la curación.

Tú eres lo que eres y no busques a nadie más sobre ti mismo. Es decir, tú y solo tú, eres responsable de toda tu vida, de todas las alegrías, penas, sufrimientos, triunfos, enfermedad y salud. Tú y solo tú con todos tus pronombres.

Qué te cura: Tú
Quién te cura: Tú mismo
Cómo te curas: contigo mismo dentro de ti
Cuando te curas: cuando sepas que tú estás mal
Donde te curas: donde tú estés en tu vida

Y la enfermedad es lo que mejor te cuida hasta que entiendes para qué...

Daré la vuelta al mundo para aprender más, y enseñar a curarse a toda aquella persona que se cruce en mi vida. A curar su físico, su mente, sus emociones, sus sentimientos y su espíritu. A cambio, una milla más. A cambio de ello, alimento (en todas sus expresiones) para seguir con el viaje.


Como digo en anteriores entradas, trato a muchas personas. Llevo varios años haciéndolo. A la vez que crezco en conocimiento y experiencia trato a más y más gente. Las acompaño en su sanación total. Les ayudo a que busquen el origen de su todo, se confronten, lo acepten; y si deciden resolver, les ayudo en ese duro examen… hasta que se curan. Me encanta. Funciona. Un ejemplo cercano, el año pasado ayudé a una persona cada dos días. Este año, del que llevamos 81 días ya he atendido a 63 personas… y sigue creciendo. Esta semana, entre lunes y viernes veré a 8 personas; y el fin de semana iniciaré en reiki a otras seis. Es decir, un total de 14 personas en siete días, con las que por un motivo u otro, haré camino.


Hay amigos que me advierten de “temores en la mar”, “piratas somalíes” o de donde sean. Yo les respondo que no tengo ni el más mínimo miedo. Esta no es respuesta de un temerario, sino de alguien que recibirá de ellos lo que yo quiera para ellos, y no será odio. Si de algo pudiera tener miedo, que a priori no lo tengo, es el boicot “académico-médico-farmacéutico” al viaje; pero si fuera así, no me preocupa por dos motivos: 1) si me toman como un “loco” individual, un átomo en una galaxia, una molécula de agua en la inmensidad del océano… no me harán ni caso; 2) si me toman como alguien que moviliza a otros “alguienes” y que al final suman muchos muchos… el eco de tanta gente, de tanta experiencia, de tanta verdad, de tanto amor no podrán callarlo.


Pero, ¿qué es eso de curarse?
Curarse es entender lo que tu cuerpo te quiere decir, confrontarlo, aceptarlo y resolverlo.
Tu cuerpo expresará esa lección que todavía no has aprendido o rehuido a través de un síntoma. Si no lo interpretas, la enfermedad se agravará con otro síntoma de mayor intensidad.


Yo trabajo la terapia natural desde distintas técnicas: reiki, gemoterapia, anatomía del espíritu, meditación, … por ello, me considero dentro de esa disciplina. Disciplina que no me entretengo en comparar, ni complementar, ni debatir frente a la medicina académica y la farmacia convencional; sino que la defiendo a base de resultados geniales, persona a persona.


Mi terapia natural promulga la responsabilidad personal ante la enfermedad. La comunicación interior y el crecimiento personal. Para muchos, esos conceptos se desprecian y se asocian solo a terapias de programas de tratamiento de adicciones. Y no, titi no; esos son válidos para cualquier persona en cualquier momento y situación.


Mi terapia natural busca el origen, es una medicina de contexto y de causas. Empieza hoy y termina en el pasado para que puedas afrontar el futuro. A ver si me he explicado bien!. Te miras en ti, ves como has actuado, corriges y así afrontas el futuro de manera perfecta. Sin embargo, para la medicina académica, partimos de aquí y ahora, sin mirar hacia atrás… como mucho, saber qué has comido los últimos días, si fumas o bebes, si te operaron alguna vez y si hay antecedentes en tu familia. ¡Vaya pamplina! ¿Qué tengo yo que ver con mi mare y mi pare? No se heredan los síntomas y por tanto la enfermedad… se hereda la actitud. Lo dije en anteriores artículos en este blog: la Felicidad es una actitud, y no momentos felices, ni citas de esas de revistas del corazón.


En mi terapia natural tú eres actor y no víctima. Eres mucho más que un cuerpo o un libro de anatomía, eres un Ser espiritual, emocional, sentimental, magnético, eléctrico, energético… un TODO. Por ello, tú serás quien te cure y ni siquiera yo. Yo solo te guiaré a ratos.


Tampoco admito tu victimismo, en busca de la compasión de los médicos, la familia, las amistades o compis del curro. La compasión no conduce a nada ni a nadie.


En mi terapia natural yo te acompaño a que te cures. Yo no te prescribo nada. No soy nadie en tu vida.


Por ejemplo, con esto de la crisis hay mucha gente en una frecuencia errónea de pensamiento que le conduce a estados de ansiedad.
Bueno, pues he tratado a muchas personas con ansiedad en los últimos meses. En el 100% de los casos se descubrieron a sí mismas que no tenían ningún motivo para tener ansiedad. Por lo tanto, ningún derecho a estar así. Y lo primero qué les decía: deja los medicamentos ya (poco a poco, pero ya); ¿por qué te mandan tomar antidepresivos desde la primera consulta? ¿por qué “hibernar” la fecha de encuentro contigo mismo? ¿por qué joder a tu entorno tantos meses? ¿por qué no ser feliz antes? ¿por qué aletargarte? En mi casa hace ya mucho tiempo que la farmacia no ocupa lugar en el mueble de la cocina...


Desde obesidad a presbicia, de jaquecas a piedras en la vesícula, de problemas de embarazo a depresión, de dolor de muelas a quistes, de sangrado a rotura de rodilla, de colesterol a esclerosis, de asma a hernia de hiato, de latigazo cervical a olor corporal, de tumores a fibromialgia, de diabetes a calvicie, de artrosis a hipertensión, de infarto a alergias… síntomas, síntomas y más síntomas que afloran que la persona anda mal consigo misma, evadiéndose de la vida y huyendo de si. Y de tu vida no te escapas ni tú.


La medicina convencional te ayuda a vivir con la enfermedad, es pues una medicina de contenido y de síntomas. Y yo te digo que la uses solo en tu provecho. Úsala para una prótesis dental cuando hayas aprendido a masticar las situaciones, para una operación láser de miopía cuando hayas aprendido a no tener miedo al futuro; para una operación de piedras en la vesícula cuando hayas aprendido a no acallar tu ira interior. Aprende primero qué llevas dentro, y luego usa la solución que mejor te convenga. Yo enseño a aprender a mirarse. Yo te enseño a descifrar lo que tu cuerpo te quiere decir. Y luego, actúa. De nada sirve una operación, una prótesis o un medicamento, para paliar lo que no quieres reconocer, lo que aflorará de nuevo desde “tus padentros” en pocos días.


Hace pocas semanas viví en primera persona el tumor de una persona a la que quiero mucho. Un tumor. Jodido, no? y más si es cerebral. Pues bien, esa persona tiene ante sí el resultado de otras dolencias y síntomas de cierto calado sufridas con anterioridad y que lo tuvieron muy malito. Pues bien, todo el mundo incluido él, se pregunta ¿por qué a mí? Buscan una explicación científica, buscan la estadística de tumores en la provincia, buscan si es maligno o benigno (en mi opinión no hay nada benigno cuando ocurre), buscan extirpar, buscan, buscan... con intención de justificar desde lo externo porqué. Y a nadie se le ocurre mirarse en un "espejo". No te mires, y te volverá a brotar. Hay otras personas que con el miedo que han pasado al vivir esa situación suelen decir: acabo de aprender las cosas importantes de la vida, a valorar lo que realmente tiene sentido, etc... es decir, deciden cambiar de actitud. Eso les favorece. Pero no termina de curarles, de sanarles. Esta persona de la que te hablo tiene una charla pendiente. Me lo prometió. Días antes de entrar en quirófano me lo prometió. Es una charla, como imaginarás, consigo mismo. Y de ella, depende su destino.


¿Sabes qué personas son propensas a tener enfermedades graves? Aquellas que durante la niñez han vivido el dolor en “aislamiento”; y aquellas que no quisieron mostrar la magnitud de las heridas. Y para que lo sepas, las peores heridas son: rechazo, abandono, humillación, traición e injusticia.


¿Por qué enferma un niño? Porque tienen que aprender tanto padres como hijo de ese síntoma.


¿Cómo actúa mi terapia natural?
La enfermedad no es lo importante, pero si es lo que más nos llama la atención (El árbol que impide ver el bosque). La intensidad de los síntomas (= dolor + incomodidad) es el tono que emplea la vida para comunicarse con nosotros, si la lección es sencilla o más seria. La localización del síntoma nos dice la naturaleza y sentido del mensaje. Cada órgano tiene un código secreto metafórico, psicosomático, espiritual y mental. Esta voz interior permite explorar creencias, resistencias y experiencias bloqueadoras.


Pues bien, eso es lo que persigo: curarse. Siempre verbo reflexivo y yo contándolo en impersonal. Seguir mi viaje diario, con un medio marino de por medio, para que me sirva de medio, para llegar a todo el mundo. Para ayudar y enseñar a curar.


¡Haz caso a tu cuerpo y dedícate a vivir!