29 julio 2011
EL VALOR DEL PERDÓN
Se habla mucho acerca del perdón pero en realidad ¿Cuántas personas poseen las virtudes para perdonar?
¿Qué es el perdón?
Es una decisión, una actitud, un proceso y una forma de vida. Es algo que damos a otras personas y algo que aceptamos para nosotros.
El perdón es un acto que involucra tu fuerza de voluntad en que te das cuenta que está en tu poder desprenderte de algo que te roba energía o tranquilidad.
En los cursos de sanación, desarrollo personal y terapias que realizo el perdón es tema obligado, indispensable para sanar y evolucionar y es abordado desde diferentes ángulos.
Según Edgar Cayce, cuyo trabajo de vida lo llevó a ser llamado el “místico más grande de América y padre de la medicina holística”, descubrió en un muestreo de más de 1.436 lecturas de vidas pasadas, que la forma en que las almas se retrasan más en su evolución es por odio y resentimiento, es decir por no perdonar.
De acuerdo a estudios médicos contemporáneos se ha concluido que el odio y el resentimiento es una de las principales causas del cáncer. Existe evidencia de personas que han sanado cuando han perdonado o se han perdonado a sí mismos.
Tanto en Terapia de Vidas Pasadas, Cristaloterapia, Programación Neurolingüística, así como en otras terapias existe una gran variedad de formas para llegar al perdón, pero es necesario, para que funcione, que la persona se encuentre convencida de que “por puritita conveniencia” es recomendable perdonar. Es decir, no perdonar sale muy caro, energéticamente hablando.
La frase “perdonar y olvidar” puede ser muy significativa. Alguien puede hacerte daño, hacerte una jugarreta o traicionarte y eso te convierte en víctima. Sin embargo si tú permites que ese alguien te haga lo mismo nuevamente aparte de ser víctima te conviertes en cómplice. Piensa eso. Sí, es necesario perdonar el dolor, pero la lección deberá ser recordada, de otra forma el patrón continuará.
Existe la idea errónea de que para perdonar necesitas mantener la relación. Perdonar simplemente significa que el perdonante puede ser amable y cooperativo. Sin embargo es innecesario hacerse el mejor amigo de esa persona o mantenerla en tu vida. El acto de perdonar pone el dolor original en un contexto de sanación y se evita crear otro escenario como víctima.
La persona necesita evitar ser víctima o que la otra persona sea su víctima. Es conveniente aprender a perdonar a los demás, sin embargo no hay control sobre el perdón de otros hacia nosotros. Eso es asunto de ellos.
Un aspecto valioso de perdonar consiste en cortar las ataduras o cadenas que conectan a personas de forma negativa. Los que no desean perdonar a otros son prisioneros de su propio odio. Ese odio se convierte en veneno. Perdonar es el antídoto. Con el tiempo todas las almas llegan a comprender que el perdón tanto de nosotros mismos como de otros posee cualidades indispensables para nuestra sanación.
Una vez leí: "Cuando alguien nos lastima, debemos escribirlo en la arena donde los vientos del perdón puedan borrarlo. Pero cuando alguien hace algo bueno por nosotros, debemos grabarlo en piedra donde ningún viento pueda borrarlo." APRENDE A ESCRIBIR TUS HERIDAS EN LA ARENA Y GRABAR EN PIEDRA TUS VENTURAS.
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