Estamos transitando tiempos tan acelerados y cambiantes que
muchas veces podemos sentir como que estamos viviendo en un constante terremoto
energético.
Todo cambia, muta, se transforma. Todo lo que creíamos, deja
de ser o importar. Todo lo que era, no lo es más. Todo lo que pensábamos, ya no
interesa. Las personas con las que nos vinculábamos de pronto dejan nuestras
vidas sin previo aviso.
Cuesta asimilarlo, cuesta aceptarlo, es verdad. A veces la
impotencia que sentimos puede llegar a ser muy honda y nuestro cuerpo emocional
está trabajando arduamente mostrándonos una y otra vez todo lo que aún nos
queda por limpiar.
Pasamos del llanto a la risa o de la alegría al enojo con
una gran facilidad.
De golpe, todo lo que ya creíamos superado o aprendido vuelve
a manifestarse para que lo perfeccionemos, para que la sanación o el
aprendizaje sean realmente completos.
Y nuestro cuerpo parece no lograr acostumbrarse nunca a ese
constante movimiento al que pareciéramos estar constantemente afectados.
En mi caso, todas estas sensaciones ya venía sintiéndolas
desde hace muchos meses, es más, te diría que desde aún antes de 2012, pero
desde el mismo instante que nuestros cuerpitos volvieron a tomar contacto con
nuestro lugar… Todo pareció acelerar el proceso de cambio.
Si humanamente esbozamos ponerle a nuestro trabajo algunas
fechas para intentar movernos, lo más probable es que el Universo las cambie
constantemente sobre la marcha, dejándonos azorados intentando entender las
señales para volver a ubicar cada cosa en el momento y lugar en el que ahora
tendría que estar.
Las máscaras de las personas caen cada vez con mayor
facilidad, y como si un grano de pus hubiera sido apretado, toda la violencia
parece manifestarse sin control en la sociedad. Nadie sabe a que atenerse ni
como reaccionar ante estos tiempos en los que si no estamos equilibrados,
podemos quedar tumbados seriamente.
Grandes portales de energía son abiertos a diario por la luz, para facilitar nuestros cambios y
aunque nuestros pies no logren encontrar el equilibrio, aunque a veces sintamos
que no sabemos para que lado tenemos que ir, aunque a veces los dolores físicos
(sobre todo lo inherente a nuestros huesos) puedan intensificarse cada vez más,
aunque por momentos sintamos que necesitamos parar el mundo para bajar, aunque
el llanto se agolpe en nuestra garganta y creamos que es el final… El punto, es
que estamos en el principio.
Este terremoto energético que estamos viviendo nos esta
ayudando a limpiar aún más las máscaras, los velos, las emociones, nuestros
cuerpos todos en general. Debemos ver este terremoto energético como una
bendición, y agradecerle la posibilidad que nos da de ver la vida desde una
perspectiva aún más sabia.
Cuando en las noticias vemos las terribles y lamentables
imágenes de los grandes y devastadores terremotos que afectan distintas partes
de nuestro amado planeta, vemos que es raro lo que pueda quedar en pie, y vemos
que en medio de la nada, en medio de la desolación, la impotencia, el miedo, la
tristeza y el dolor, las personas deben renacer de sus cenizas, deben encontrar
esa fuerza interior que las ayude a volver a empezar poco a poco, pese a las
grandes pérdidas que hubieran sufrido; de la misma manera, el terremoto
energético nos sume continuamente en diversas devastaciones internas, va
cambiando todo a su paso, va acelerando las modificaciones que necesitamos para
crecer. Y nos va ayudando a encontrarnos con lo que realmente importa en esta,
nuestra vida, que no es otra cosa que nuestro ser.
Mi mensaje es que pese a que el terremoto energético sea
cada vez más fuerte e intenso en nuestras vidas, logremos aprovecharlo al
máximo, logremos agradecerle por estar en nuestras vidas y por darnos una gran
herramienta de crecimiento.
Solo te digo y me digo que tratemos de encontrar cada vez
con mayor frecuencia durante el día nuestros espacios de soledad, para
respirar, para conectarnos con la fuente divina, para escuchar solo nuestra voz
pura y verdadera que no es otra que la de nuestro cristo interno manifestando
su sabiduría y luego de eso, continuar recordando que :
“ESTO TAMBIÉN PASARÁ”
1 comentario:
Gracias por compartir toda tu sabiduria.
Un abrazo.
Nati
Publicar un comentario